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Se sentía el dolor

22 Oct

Se sentía el dolor

Era noche, la luna estaba en lo alto del cielo con resplandor blanco y parecía una bola de plata, que esparcía su blancura por un desierto al reflejar la luz que recibía. Daba la impresión de ser un mar de oro, porque
el amarillo de la arena tomaba una tonalidad dorada.

 

A lo lejos del silencio que envolvía todo, se escuchaba el canto de mujeres o niños -esto por el timbre de voz- Aparentemente no existía nada que pudiera emitir un sonido, por eso el canto de dos mujeres se percibía con
mayor nitidez y se escuchaba que ambas reclamaban, por separado y al unísono, que habían extraviado a sus unicornios azules. Era vibrante el canto, que de escucharlo se estremecía el cuerpo y transmitía el dolor y el pesar que expresaban esas voces lastimeras.
Hasta las fibras más recónditas de quienes escuchaban los lamentos, obligando a participar de ese dolor.

 

Alguien quedó absorto participando de ese escenario, porque ese alguien también había perdido su unicornio azul y lo expresaba, en ese momento de la siguiente manera:
Mi unicornio azul ayer se me perdió, pastando lo dejé y desapareció. Cualquier información bien la voy a pagar. Las flores que dejó no me han querido hablar. Mi unicornio azul ayer se me perdió. No sé si se me fue, no sé si se extravió y yo no tengo más
que un unicornio azul. Si alguien sabe de él, le ruego información, cien mil o un millón yo pagaré. Mi unicornio azul se me ha perdido ayer, se fue. Mi unicornio y yo hicimos amistad, un poco con amor, un poco con verdad. Con su cuerno de añil pescaba una
canción, saberla compartir era su vocación. Mi unicornio azul ayer se me perdió, puede parecer acaso una obsesión, pero no tengo más que un unicornio azul y aunque tuviera dos yo solo quiero a aquel. Cualquier información la pagaré. Mi unicornio azul Se me
ha perdido ayer, se fue. −Compositor: Silvio Rodriguez Dominguez

 

Somos tan influenciados por mitos y leyendas, que con el transcurrir del tiempo incluso cambiamos de fisonomía a esos seres creados en otras épocas y por creencias raras y esotéricas de quienes las inventaron o las idearon
y que el transcurrir del tiempo les asignamos una realidad inexistente, pero que agrada a las personas y las obliga a soñar y asemejarlas a hechos reales, aunque simplemente son ficción o alucinaciones de personajes y que le dan existencia duradera en el tiempo.

 

Así como “el unicornio azul”, tenemos un número ilimitado de personajes que corresponden a “la mitología griega”, que además de ser una ficción tan bien estructurada, no solo se encuentra en la memoria de mucha gente
culta, sino que está debidamente registrada en una cantidad de libros que reflejan historia, pero también existen leyendas, novelas y obras muy famosas de la literatura universal que relatan hechos de esos personajes -dioses, semidioses, héroes e incluso animales-
Todos eso, en algunas ocasiones se tornan como reales, que existieron y que todavía pueden hacer cosas como “Cupido”, “Eros”, “Pandora” y tantos otros.

 

Algunas novelas, famosas también crearon personajes que perduran en la memoria del pueblo y que dan la apariencia de que existieron, como es el caso del “capitán Nemo”, “Geppetto, Pinocho o Pepe Grillo”. Eso es parte
de lo queda gravado en la memoria del pueblo y con el transcurrir del tiempo toman vida propia. Incluso en los libros sagrados de muchas religiones, se nombran personajes que tienen vida propia y existencia real, pero que quizá solo fueron parte de la parábola
de quienes escribieron esos libros.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-08-2022