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Seres misteriosos

15 Jul

Seres misteriosos

Él pensaba que era una persona sin miedo a ningún bulto. Si se le presentaba un duende o un fantasma, con seguridad podía ser una
criatura más de las hechas por El Altísimo, junto con todo lo que hizo en la creación. Dando vida al hombre, a la primera mujer “Lilit” −­
El origen de la leyenda que presenta a Lilit como
primera mujer se encuentra en una interpretación rabínica de Génesis 1, 27
­−, que después se convirtió en la primer súcubo*.
Luego creó la segunda mujer que fue Eva, los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines y los demonios que, según las historias cristiana, fueron Ángeles rebeldes. Leyendo entre líneas en los libros sagrados, no fueron Ángeles que se revelaron, sino que fueron
creados por el Altísimo en los siete días descritos en el Genesis.

 

Si bien es cierto que existen muchas historias de seres extraños que asustan a las personas, quizá los más mentadas sean los vampiros,
seres que particularmente aterrorizaron la Europa medieval por su poder y maldad, que se caracterizaban por una fuerza sobrehumana, inmortalidad, consumo de carne, sangre humana, fobia a la luz, así como la capacidad de convertirse en murciélago o, en neblina,
durante las noches. Desde que el hombre fue creado, existe el miedo, el temor a seres extraños, “demonios”, “fantasmas”. Incluso pienso que las religiones se deben al temor del hombre. No solo por algunos entes, sino a hechos propios de la naturaleza, “el
Sol, la Luna, el rayo, el relámpago, el trueno”. También los demonios, los súcubos y otra cantidad de seres creados por la mente humana, que a medida de su desarrollo intelectual fue formando mitos cada vez más sofisticados, como es el caso de las mitologías
y muy particularmente la “mitología griega”.

 

Existen algunas enfermedades asociadas a los temores humanos. La depresión, la ansiedad, la epilepsia, la parálisis del sueño, la
porfiria **, y la rabia, donde se encontró que estas enfermedades, por su cuadro clínico, dieron lugar a explicaciones erradas y místicas. Esas enfermedades llevaron a la sociedad a aislar, rechazar y actuar, de manera violenta, hacia las personas que las
sufrían. Fomentando mitos, cuentos y leyendas, que fueron reforzados y trasmitidos de generación en generación, en el folclor por la tradición oral, la literatura, el arte y, actualmente, por el cine, la televisión y la Internet.

 

El hombre es tan indefenso que a partir de su nacimiento depende de los demás. La madre en primer lugar incluso debe proveerle el
alimento y toda protección. Es en ese momento que el individuo comienza a sentir temores, primero a la ausencia de luz, de alimento, de compañía. A lo largo de la historia, el ser humano se ha visto amenazado por dolencias, que generan miedo e incertidumbre.
En su afán de buscarle explicaciones, lo ha llevado por caminos de herradura o caminos sin salida, donde, generalmente, las únicas explicaciones que encuentran son de tipo metafísico, mágico, fantástico y divino. Soluciones que emergen frente a las manifestaciones
clínicas y se atribuyen al demiurgo***, a espíritus o fuerzas sobrenaturales, más poderosas que la ignorancia humana.

 

Las enfermedades no son ajenas a estas explicaciones y libros, como la Biblia, el Corán, el Talmud y los libros chinos e hindúes,
dan explicaciones y curas para las mismas. Algunas veces, en culturas ancestrales, existía un grupo selecto de personas que a través de su capacidad de sugestión, iniciaron las primeras prácticas curativas mediante el uso de conjuros, empleo de pócimas y otros
artificios, retando a esa ignorancia y buscando hacer frente a la patología.

 

Desde la época de Jesucristo, tal como se puede leer en la biblia, y específicamente en el libro de Marcos, Él expulsaba espíritus
malignos, que habitaban en los hombres, que venían desde las tumbas, con cadenas en las manos y hierros en los pies. Vagaban por colinas y cuevas de día y de noche, siempre gritando y cortándose con piedras y a quienes después de la mediación de Jesucristo,
los vieron sentados, vestidos y en sano juicio, se asombraron ante los eventos y se preguntaban ¿quiénes era en realidad estos fenómenos?

 

Ansiedad y depresión, actualmente se entiende que los trastornos mentales eran atribuidos a espíritus, posesiones demoniacas y pecados.
Aunque es poca la información científica, la creencia en demonios -como la causa de enfermedades mentales-, es un fenómeno bien conocido. Como resultado de la influencia de espíritus malignos, siendo etiquetados como posesiones demoniacas; por ejemplo, pacientes
que padecen trastornos de ansiedad y esquizofrenia son tratados en rituales de exorcismo.

 

Pero en realidad lo más temido, para él, eran sus manías incurables, como también sus obsesiones que dañaban su espíritu y que podían
convertirse en trastornos obsesivos compulsivos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-08-2021

*demonios sexuales.

** Trastornos genéticos causados por problemas con la forma en
que el cuerpo produce una sustancia llamada hemo. 

*** En la filosofía platónica y gnóstica, artífice o alma universal
que es principio ordenador de los elementos preexistentes.