info@miguelaramayo.com

Soledad Montoya

14 Jun

Soledad Montoya

En mi mente en mi cabeza en mi museo de recuerdos quebraron opacas lunas en opacos salones el mar de los juramentos resonaba no se donde siete mujeres del valle viejas mujeres del rio lloraban al pie del monte déjame llevar sin hombres cuada la noche tocaban acordeones al rumor del bosque de los altos corredores

 

Siete corazones tengo, pero el mío no lo encuentro en el alto de los montes mi corazon sobre los ecos monte tropezamos con el viento, siete niñas de lagas me llevaron en sus espejos, he cantado por el mundo con mi boca de siete pecados he vivido los paisajes de otras gentes, mis secretos alrededor de la garganta sin darme cuenta iban abiertos.

 

La luna mira la fragua el niño la mira, mira el niño la esta mirando, en el aire como vino mueve la luna sus brazo, enseña sus senos de duro estaño, si vinieran los gitanos te encontrarían con los ojitos cerrados, niño no pises mi blanco almidonado, el jinete se aproximaba tocando el tambor.

 

Mamá yo quiero ser de plata, mamá yo quiero ser de plata, Hijo tendrás mucho frío, mamá yo quiero ser de agua, mamá yo quiero ser de agua, hijo tendrás mucho frío. Mamá córtame en tu almohada, Eso si ahora mismo, ahora mismo.

 

Es aquello que reluce por los altos corredores, en mis ojos sin querer aparecen cuatro faroles., siete kilos siete opacas lunas llenas de manos cortados resonaban doce voces,  rumor de viejas voces, bueyes y rosas dormían, cabelleras amarilla a las amarillas torres perseguida por mil perros que no la conocen y olor de vino y ámbar vienen de los corredores, siete gritos, siete sandra, siete dormideras dobles, en el mar de los juramentos resonaba no se donde. Cuando yo me muera que se enteren los señores con telegramas azules que vayan de sur a norte, llenos de manos cortados que resoban no se donde.

 

 

 

Hay que trabajo como me cuesta quererte como te quiero, por tu amor me duele el aire, el corazon y el sombrero, quien me compraría a mi, este cintillo que tengo y esta tristeza de hilo blanco para hacer pañuelos, la mar no tiene farolas, y Sevilla tiene amor, morena que es luz de fuego préstame tu quitazos, me pondrá la cara verde sumo de lima y limon buscar a las brasas que sepillos nadarán alrededor. La mar no tiene arroja ni Sevilla tiene amor, morena que luce fuego préstame tu quemazón, me pondrá la cara verde tus palabras de cepillos nadaran alrededor

 

Veinticuatro bofetadas, después mi madre en la noche les pondrá papel de plata, guardia civil caminera dame unos sorbitos de agua, agua con peses y barcos, agua guaragua

 

No habrá mañuelo de ceda para limpiarme la cara 

 

No te conoce el toro ni la higuera, ni caballos, ni el niño ni la calle porque te has muerto para siempre, no te conoce el plomo ni la piedra no te conoce tu recuerdo mudo porque te has muerto para siempre, tardara mucho tiempo en conocer tan rico de aventuras y recuerdo una misa triste por los olivos porque te has muertos para siempre como todos los muertos de la tierra como todos los muertos que se olvidan en un montón de perros apagados  un andaluz tan claro tan dulce de aventura y recuerdo la brisa triste por los olivos  el otoño vendrá con caracolas, pero nadie querrá mirar tus ojos porque te has muerto para siempre

 

Por el monte oscuro que huele a caballo.

Tengo canciones redondas, redondas y doradas.

Pregunto, ¿por quién pregunto?, si estoy solo.

Soledad de mis pesares, caballo que se desboca.

No me recuerdes el mar en las tierras de aceituna.

Recuérdame mi recuerdo, recuerdo que estoy solo.

Que pena tan lastimosa, agria de espera, de soledad.

Estoy poniéndome azabache con muslos de amapola

Vengo a buscar lo que busco, caballo que se deboca

La nueva luz te adorna en madrugadas remotas

Amor que está herido, herido de amor unido

Herido de amor muerto, muerto de amor herido.

Ruiseñor muerto de amor, herido de amor muerto.

Un bosque de palomas disecadas llama al amor,

Un fragmento de la mañana dice amor, amor.

Al estanque se le ha muerto una niña de agua.

Un pez la cruza llamando, el viento le dice niña

La luna mira la fragua, el niño mira la luna.

Mira el niño la luna y ella lo está mirando.