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Tanto viaje

22 Oct

Tanto viaje

Podría resumir todos los viajes que hice, pero realmente es difícil. Son tantos los años viajando y por muchos lugares. Además, ya la memoria no tiene la misma agilidad de cuando comencé a viajar, que, si no me equivoco,
eso se inició aproximadamente el 2005 con un viaje por España y luego por diferentes ciudades de Sudamérica. Después fue mi traslado de residencia a París y desde allí fueron innumerables los viajes, Portugal, Italia, Suiza, Inglaterra, Escocia. Cada uno de
los lugares visitados tuvo su encanto. Fueron muy pocos viajes en solitario. Siempre trate de ir acompañado por la misma persona.

 

Ahora el tiempo ha transcurrido y me da la impresión de que lo hizo con mayor velocidad que lo normal, al extremo que algunos momentos siento que fueron un sueño, algo efímero, pese a que los espacios entre unos y otros
lugares visitados correspondían a largas distancias y nunca se realizaron en un solo momento. Entre uno y otro viaje transcurrió un tiempo, todos los viajes fueron a un solo país, salvo algunas excepciones.

 

Los medios de transporte usados fueron diversos, pero en su mayoría vuelos, algunos en barco, los menos, y otros por tierra. Estos fueron los más interesantes y largos porque los hice en tren, por rutas muy famosas y
atravesando diferentes países.

 

Lo interesante de esos trayectos, fue que la permanencia era en el medio de locomoción, que al recorrer largas distancias la duración fue mayor. El objeto de esos viajes no era trasladarse de un lugar a otro, sino permanecer
en el mismo transporte, disfrutando de su comodidad y la visualización de diferentes paisajes. Todo era observado desde las ventanillas de los espacios ocupados, que podían ser el camarote, el coche comedor u otro espacio dentro del mismo transporte.

 

Viajando por tren o por tierra los lugares visitados, fueron muy diversos. Grandes desiertos, extensas planicies, muchas montañas, algunas cubiertas de vegetación, pero otras totalmente áridas o nevadas. Em cada lugar
con temperaturas que van desde los hielos permanentes hasta lugares más cálidos, en los que en algún momento resultaba difícil el poder respirar.

 

Navegamos por mares, lagos y ríos, con diferentes características y toda variedad de atractivos.

Visitamos islas, incluso algunas inhabitadas y otras tan pequeñas que solo permitían transitarlas, porque no ofrecían ningún confort para poder permanecer en ellas, como algunas situadas en el mar Egeo.

 

Gozamos de una variedad de comidas y bebidas. Paseamos por museos, iglesias, catedrales, parques y espacios abiertos que ofrecían todo tipo de panoramas, desde ruinas muy antiguas, con gran historia a espacios con un
gran contenido cultural. También disfrutamos de obras de arte, pinturas, artesanías, tejidos, bordados y todo cuanto se pueda imaginar. Pasamos por algunos zoológicos deleitándonos al visualizar a los animales en su habitad natural.

 

Escuchamos diferentes idiomas de los lugares que tuvimos oportunidad de recorrer y nos juntamos con gente de diferentes características étnicas, con multitud de rasgos físicos, variedad de colores de piel, cabellos y
color de ojos.

 

Eso nos mostró que los seres humanos podemos ser diversos en apariencia, en vestimenta, lenguaje y hasta comportamiento, pero que todos somos comunes en algún aspecto, todos usamos la boca para hablar, aunque algunos
acompañan el habla con gestos y ademanes. La variedad de música de la que pudimos disfrutar fue tan variada como la variedad de personas y lugares que visitamos.

 

Pese a que mis viajes fueron ficción, todo esos sueños y ensueños se amontona en mi mente y me hace ver que he tenido una vida muy feliz y he podido disfrutar de esa variedad. Sobre todo, estoy muy satisfecho de la felicidad
que disfrute hasta ahora.

 

Miguel Aramayo

SCZ.13-10-2022