Un Amigo vasco
Por lo que leo en las ultimas noticias sobre España, lo que está sucediendo en el país vasco con las manifestaciones violentas, me trae a la memoria lo que pasó en los peores días de levantamiento de los etarras, cuando Euskal Herria buscaba su independencia y la guerrilla trajo mucho dolor y luto (con ETA) en ambos bandos. Eso no se ha tranquilizado y me da la impresión que está resucitando ese rencor. Por esa época yo estaba estudiando en Zaragoza y era amigo de un catalán, que me contaba todos los pormenores de lo que sucedía en el país vasco.
De las historias que me contaba mi amigo vasco, que se llamaba Xabier Arrizabalaga y que se la pasaba leyendo el periódico “El Heraldo de Aragón”. Su relato era que: A muy poquito tiempo de haber completado su juventud y más próximo a los veinticinco años, cuando uno se siente con todas las fuerzas, ese pobre hombre inicio un proceso de tormento, porque comenzó a sufrir una obsesión maligna que le carcomía el espíritu, eso lo llevó a un bajón anímico, al extremo de buscar su extinción. Por suerte su formación religiosa y su responsabilidad social lo llevaron a descartar esa posibilidad, pero en varias oportunidades buscó el desaparecer de este mundo, hasta que su capacidad de raciocinio lo hicieron cambiar de parecer y cayó en otro trauma. Pasó de la obsesión a la manía y se convirtió en un maniático sexual, trauma que le duró hasta mucho tiempo después o quizá hasta ahora.
Cuando me contaba de sus traumas, yo me divertía diciéndole que, a mí también me gustaría estar sufriendo de esas dos dolencias psíquicas, sobre todo de la manía. Porque me constaba que era así, no dejaba a ninguna compañera, profesora, dependiente del restaurante universitario o cualquier fémina que se le aparecía o dejaba un resquicio, para que él pueda aprovechar esa oportunidad.
Ahora que han pasado tantos años y sabiendo que él estaba entre los involucrados del proceso de independencia de hace poco, por el que tuvo que salir huyendo a Francia, junto con otros dirigentes del movimiento independentista. Leí en las noticias que los apresaron y que después de juzgarlos les dieron penas de cárcel de muchos años y es por eso que ahora están alborotados.
Como actualmente son tan buenas las comunicaciones en línea, le mandé un mensaje y no tardo nada en responderme. Por suerte él no está afectado por el juicio y como está casado, con hijos grandes e incluso nietos, se alejó de la política, pero en su corazón y en su cerebro sigue manteniendo el odio por quienes los oprimen, pero eso sólo lo puede expresar con gente muy íntima y en “euskera”, entre dientes cuidándose de que no los escuchen, aunque una mayoría de gente de esa región se expresan en ese idioma, donde para decir madre dicen “ama” y para decir abuela usan el “aita”, buenos días: egun on, buenas tardes: arratsalde on y buenas noches: gabon.
Antes de despedirnos aproveché de preguntarle ¿cómo le iba con sus problemas psíquicos? y me contó que sigue igual y con la manía un poco más tranquilo con el pasar de los años, a lo que le respondí con un modismo local: “El que nace tatú, muere cavando”, que es lo mismo que el refrán español: “Genio y figura hasta la sepultura”. Mi amigo catalán largo una carcajada y quedamos en comunicarnos en otra oportunidad.
Miguel Aramayo
SCZ.18-10-2019