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Un libro antiguo

20 May

Un libro antiguo

En una habitación del entre techo, lo que en otras partes denominan desván, se encontraba un mueble almacenando libros viejos mohosos, empolvados y de hojas amarillentas color sepia. En muchos casos la mayoría de sus hojas, estaba prendidas unas con otras y por lo tanto resultaba dificultoso poder deshojar, conservando la integridad de cada folio.

 

La historia contenida en uno de esos volúmenes, trataba un tema muy interesante. Decía que cada ser humano es una joya virgen, que al momento de su gestación asume ciertas características heredadas de sus progenitores, lo que corresponda a la genética. Concluida la gestación y se produce el nacimiento, ingresado a un entorno que la va formando y contagiando de los defectos y virtudes pertenecientes a esa sociedad.

 

Según la historia se refiere a las mujeres, como joyas, que además de su genética, comienzan adquiriendo características propias de su entorno y van formando su personalidad. Cuando llegan a la pubertad, en ese momento su organismo sufre el embate de su propio interior, con una serie de cambios en su aspecto físico y sobre todo cambios hormonales, que producirán cambios a su personalidad. Mucho dependerá de quien produzca la libido de esas hormonas, para iniciar el pulido de esa obra de arte, de esa joya. El artista al influir en esas hormonas, será quien forme o perjudique esa obra de arte, proporcionada por el destino. A partir del primer beso y las primeras caricias que reciba esa joya, serán el resultado que la formaran para el futuro, esto también de acuerdo a lo descrito por el viejo libro.

 

En el caso de la historia que relata el libro que se deshoja en ese momento, una joya reaccionó de muy buena forma a las manos del artista que le tocó en su destino, como el artista primero, él hizo parte de la formación primera de la joya. Además de la forma inicial dada por ése artista, también influyó la genética de la joya y lo adquirido de su entorno. Pudo ser una bella obra de arte, pero el artista que la estaba formando fallo y abandono la joya, sin concluir su obra.

 

El destino juega muy malas pasadas y esa obra de arte en proceso, quedó inconclusa y pasó a manos de otro artista, que en un principio siguió los trazos dejados por el anterior artista, siguiendo los lineamientos de la joya. Esa obra de arte recibida por el nuevo artista, pese a seguir un mismo curso del anterior, lamentablemente no fue así. El nuevo artista, no supo continuar por el mismo camino, pese a tener la guía. Después de un tiempo, la obra de arte no quedó satisfecha con el nuevo artista, al que procuró guiar por los pasos del que la descubrió. Incluso la joya procuró introducir al nuevo artista al entorno del anterior, poniéndolo muy próximo al primero, para que pudiera observar, cómo trabajaba éste en otra obra de arte que había adquirido y sobre la cual ya había hecho adelantos significativos.

 

Ahora pasó el tiempo y la obra de arte que había comenzado un buen camino, por azares del destino cambió de artista, no le quedó más remedio que quedarse como obra inconclusa. Por suerte el nuevo artista, con la guía de la obra de arte inconclusa, produjo algunos trazos, que aparentaron conformar la forma ideal de la obra, pero ésta pedía algunos retoques, que el nuevo artista nunca pudo completar, ni complacer.

 

Ahora la obra de arte está completa, sólo queda ponerle el marco, que eso ya será obra de los retoños de sus primeros gajos. El artista que completó el cuadro, ya puede ser descartado; aparentemente eso ya sucedió, cuando la joya se sintió realizada, porque había cumplido lo que imponían sus creencias religiosas y su entorno. Sin “… comer a conciencia la manzana, sin el miedo ancestral a la sotana o la venganza final de Lucifer”.

 

El segundo artista, no supo satisfacer las aspiraciones de la joya, pero le sirvió en gran medida para lograr lo que pretendía. La vida es así y va conformándose de acuerdo a los designios que dicta el destino.  El librito amarillento, volvió al estante polvoriento en espera de su destrucción por el paso del tiempo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.03-12-2020