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Análisis

5 Ago

Análisis

Hacer cualquier cosa para distraernos de lo que está pasando, con tata propaganda, tanto discurso absurdo, de ambas partes, marchas, de ambas partes, palos, de ambas partes, etc., etc.. Hacer cualquier cosa, pero cualquier cosa, incluso ver telenovelas, es una forma interesante de dejar de pensar en el referéndum y las cortes, en la vergüenza de las traiciones y la inmundicia de la política.

 

Venimos de Dios quien nos hizo a su imagen y semejanza, sin embargo estamos en la mierda, porque así lo quisimos, o mejor dicho porque así lo quiso un hijo de puta (cochabambino de nacimiento) que habiendo vivido en Santa Cruz y estudiado en la Salle y de ser boliviano (¡y bien “boliviano”!), prefirió pasar a la historia vendiéndonos MAS a Chavez, para luego irse a vivir a USA, porque es de allá por matrimonio y poder (PODEMOS) aprovechar de la platita que seguramente la obtuvo del General (plata de los bolivianos).

 

Ahora pasarán muchos años hasta que podamos volver a tener la esperanza de mejorar, mientras tanto decaeremos tanto que ni en quinientos años nos podremos igualar a los suizos y menos a los incas, porque quizá nos volvamos caníbales.