info@miguelaramayo.com

Aviñón.

13 Nov

Aviñón.

Estaba en Paris, con muy poco trabajo y con deseos de aprender algo sobre la historia de Francia. Se me ocurrió que podía irme a Aviñón, que es un lugar muy bonito, pintoresco y con una parte de historia muy poco conocida por las peleas entre católicos de la curia de alta alcurnia.

 

Aviñón es una preciosa ciudad al sur de Francia, cercada por murallas y de arquitectura medieval con aproximadamente novena mil habitantes. Uno de los monumentos más emblemáticos es el palacio de los papas (Palais des papes) una construcción de quince mil metros cuadrados, que es el mayor palacio gótico de Europa. Construido sobre una protuberancia rocosa que había en la parte norte de la ciudad, sobre el Ródano, Comprende dos palacios: el Viejo de Benedicto XII, y el Nuevo de Clemente VI. Lo decoraron lujosamente artistas de la época, como Simone MartiniMatteo Giovanetti. Actualmente es un rico y muy visitado museo.

 

Me interesó visitar Aviñón, para profundizar mis conocimientos sobre los problemas que surgieron en la corte romana del papa Clemente V, quien azuzado por el astuto rey Felipe IV, trasladó la corte papal hasta Aviñón, donde permaneció desde 1309, hasta 1377.  El papa Clemente V no pertenecía al colegio cardenalicio y por lo tanto, no estuvo en el conclave donde fue elegido papa y en vez de trasladarse a Italia, se hizo nombrar papa en Lyon, que era donde radicaba. Los aspectos más importantes de su pontificado fueron: resolver el caso de Bonifacio VIII, la eliminación de la Orden del Temple y el traslado de la sede pontificia a Aviñón. Durante siete pontificados, Aviñón fue la sede pontificia, conociéndose históricamente dicho periodo, como la segunda cautividad de Babilonia. Este periodo finalizará cuando el papa Gregorio XI retorna a Roma.

 

Dante en su obra La divina comedia, lo cita a Clemente V, en varias ocasiones, pero quizá la más fuerte de todas es cuando lo coloca junto con Bonifacio VIII en el tercer recinto del cuarto círculo del infierno, donde se condenan los que han cometido el pecado de Simonía (la pretensión de la compra o venta de lo espiritual por medio de bienes materiales. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, reliquias, promesas de oración, la gracia, la jurisdicción eclesiástica): «¡Oh míseros secuaces/que las cosas de Dios, que de bondad/deben ser esposas, y vosotros rapaces/por oro y por plata adulteráis,/conviene ahora que por vos suene la trompa /ya que en la tercera fosa os encontráis!»-Dante, Inferno, Canto XIX, 1-6.

 

Aviñón es una villa con un rico patrimonio protegido, cuyo centro fue declarado Patrimonio de la humanidad el 1995. Otro punto de interés en Aviñón es el puente (Pont d’Avignon) sobre el río Ródano (…todos cantan, todos bailan…), del que sólo quedan cuatro de los veintidós arcos originales. Entre las iglesias menores de la ciudad están la basílica de San Pedro de Aviñón, con una graciosa fachada gótica y puertas ricamente talladas, y las iglesias de St Didier y St Agrícola, también en estilo gótico.

 

Me quedé dos días en Aviñón y como les comente, dedicado 100 por cien a la cultura, porque me interesaba averiguar porque pasó el papado de Roma a Aviñón, y todo era por temas de seguridad, porque en ese momento en Roma había una gran inestabilidad política. También estaba interesado en saber porque la decisión de extinguir a la orden de los templarios y quedé convencido que esos, más de dos mil templarios, que se encontraban en ese momento fueron torturados e incluso quemados en hogueras y todo porque Felipe el hermoso estaba endeudado con ellos, que eran muy ricos y para quedarse con sus bienes.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 13-11-2015