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15 Jul

Una carta para la basura

Una muchacha bonita, con el pelo suelto y una bata que escondía las formas bellas de su cuerpo, dejando ver únicamente sus pies calzando unas sandalias muy finitas. Caminaba por un paisaje como
si fuera en Suiza, quizá Afganistán, o las Pampas argentinas, con el verdor de sus campos de extensos pastizales, dejando ver a lo lejos algunas montañas. Sentado amparado en la sombra de un árbol, divisó a un hombre con el pelo entrecano, que en la mano izquierda
sostenía un cuaderno y en la derecha aparentemente una estilográfica o un lápiz. Se aproximó hasta donde estaba el personaje, al que conocía y le preguntó:

 

− ¡Buenos días don Jacinto! ¿Está dibujando o escribiendo sus memorias?

 

−Ninguna de las dos… ¡Estoy escribiendo una carta a mi primer y gran amor!

 

−Qué bonito y romántico, me gustaría poder leerla, ¿si usted me permite?

 

−Te la puedo leer, con la condición de que, con toda franqueza puedas opinar y hacerme tus recomendaciones. −En un lugar de este mundo, en fecha aproximada, dirigida a una persona amada, a quien
después de saludar digo:

 

−Hasta el día de hoy, mi amor sigue siendo el mismo, después de haber escuchado lo que dijiste en ese patio frío.

−Ha transcurrido el tiempo, y ahora me importan tres pepinos; si es verdad o mentira lo dicho en esa oportunidad. −El tiempo pasó, pero pese a lo dicho allí, ¡que
para mí es una certeza…! Mi amor sigue con la misma intensidad, porque ese sentimiento es muy grande, porque eres mi primer y gran amor y puedo asegurar que el único.

−Después de cinco años y por recomendaciones de alguien, me comunicaste lo que ahora niegas. Lo dicho fue tanto y tan claro que, ¡no me quedó ninguna duda! Esa declaración
movió mi vida de tal manera, que perdí interés por continuar y busqué eliminarme, pero después recapacité y vi que ese hecho no merecía sacrificarme y perjudicar todo mi entorno. −Seguí mi proyecto de vida y esta vez con más impulso y con la sugestión que
me liberó de cumplir un compromiso.

−Uno o dos años después, tuve la experiencia de estar en una situación que, por primera vez en mi vida me mostró en forma práctica, lo que era perder ese bien. Por
absurda obsecuencia pensaba yo que era importante, pero que en realidad era una minucia, duradera tan solo un instante y no tenía el significado que pensaba.

−Después de un tiempo más largo, cuando ya estaba por la mitad de mi vida, volví a escuchar lo mismo del principio de mi vida y como lo que me decían no coincidía
con la experiencia adquirida, quedé con la duda de que lo dicho ¡podía o no ser verdad…!

− ¡Ahora el tiempo prácticamente se esfumó y lo que queda es tan poco…! que el resultado final puede estar a vuelta de la esquina y preocuparse por eso ya es absurdo.

−Si el primer amor dejó huellas profundas, es porque los amores posteriores no lograron superarlo y eso no es culpa de quien es amado,
sino de quien ama. −Por lo tanto, al que ama y no es capaz de poder borrar las marcas anteriores, ¡debe resignarse a ser el segundo!, al que podrán o no querer o querer poco. −Habiendo transcurrido tanto tiempo sin haber podido superar, es una falla imputable
al perdedor, pero a estas alturas del tiempo transcurrido, tampoco tiene un valor significativo. −Después de todo, ¡lo pasado, pisado! 
Ahora no lloro, tampoco sufro. Ya no hay llanto, hay ¡no!, ¡no! Ahora no lloro, tampoco sufro.

 

−Don Jacinto creo que su carta debería cambiarla por otra, que no muestre el llanto sobre “leche derramada”, como usted dice “lo pasado, pisado”.
−Suficiente querer decirle que, pese a lo sucedido desde el principio hasta ahora y que todo lo dicho por ambos; no logró alterar el gran amor que siente por ella y que continúa siendo la primera y única. −Pedir le perdone los errores que cometió. Y de ahora
hasta el final deben cambiar las cosas, porque no se puede rectificar lo acaecido y lo que se avecina es incierto, con seguridad complicado.

 

−Querida muchacha, estoy tomando en cuenta lo que me recomiendas y lo escrito irá a la basura reemplazando lo nuevo que dices. −Tienes toda la
razón, dejaré de llorar y afrontaré el porvenir como corresponde y con valentía, después de todo ¡morir para que me quieran! ¿Qué me quieran, para qué?

 

Miguel Aramayo

SCZ.07-09-2021

 

15 Jul

Analizando la mente

Era un individuo al que un grupo de personas acometieron, en un lugar céntrico de New York. Propiamente en la Quinta avenida y la intersección con la 14.
Él no sabía que sucedía. L
o subieron en una limusina negra con vidrios polarizados y le pusieron una inyección que lo dejó consciente, pero atolondrado o con musculatura tan relajada que incluso le costaba
cerrar la boca. Lo llevaron a toda velocidad por calles que lo confundieron y desorientaron, a él que era tan conocedor de su ciudad. En un momento dejó de ver edificios y construcciones y solo se observaba campos verdes con algunas cercas blanca y de vez
en cuando una vaca o un grupo de bellos caballos. Le dio la impresión de que lo transportaban a algún lugar de Nueva Jersey por la Autopista Interestatal 78, porque le pareció reconocer Búfalo, que era un poblado que solía frecuentar.

 

Salieron de la carretera asfaltada y se adentraron por un camino vecinal que a ambos lados se observaba amplia vegetación delimitada por árboles muy frondosos, que no permitían apreciar el horizonte,
pinos y abetos que perfumaban el ambiente con un olor mentolado muy penetrante. De la casa salió una persona llevando una silla de ruedas, en la cual lo sentaron para transportarlo al interior de la casa que por dentro daba el aspecto de un centro de salud.  

 

Después de transitar por una sala amplia, que daba la impresión de ser un hall de espera, pasaron por un amplio pasillo con puerta a ambos lados hasta llegar a una que se abrió y dejó ver a un
hombre con aspecto de médico. Tenía un estetoscopio colgándole del cuello, pero en su uniforme no se observaba ninguna identificación. Era un hombre joven, alto, con un físico atlético de facciones serias, pero que mostraban un rostro agradable, muy bien afeitado
y correctamente peinado además despendía un agradable olor a una loción fina. Sonrió dejando ver una perfecta dentadura y unos labios no muy finitos, mostraban rasgos de bondad.

 

Saludo al visitante con un simplemente: Hola, ¿cómo te sientes?, ¿se te pasó el cansancio y podrías caminar por tus propios medios? El interrogado con pocas palabras expresó extrañeza y preguntó:
¿Por qué estoy aquí?, ¿Qué van a hacer conmigo? ¡No te preocupes…! Estás aquí porque queremos ayudarte. Primero te haremos un chequeo médico completo y después conversaremos un poco. Aparentemente estás con un problemita que podría ser un trastorno obsesivo,
que te produce pérdida de control y quedas desorientado. Te estuvimos siguiendo por más o menos una semana a solicitud de alguno de tus amigos o parientes. Quienes saben perfectamente donde te encuentras en este momento y confían en nosotros, lo que haremos
con vos.

 

Después de realizar un estudio clínico con todos los análisis. Pasaron a la parte psíquica y psiquiátrica, incluyo revisión oftalmológica. Concluido toda la batería de revisión por fuera y por
dentro, se demostró que el individuo estaba en perfecto estado de salud. Lo que sus amigos y parientes observaron, eran simplemente susceptibilidades, que produjeron un gran susto en quien era auscultado en ese momento.

 

Le toco a él explicar que efectivamente tenía una manía, que por suerte estaba controlada en base a fuerza de voluntad. Lo que se le escapaba un poco, era una obsesión tormentosa que estaba a
punto de superar, porque se dio cuenta que la falla total y absoluta le correspondía. No podía culpar a nadie de su entorno. Todo dependía de él. Su egolatría y falta de capacidad para amar le habían causado algunos problemas. Estaba resignado a todo lo pasado,
sabía que ya no cabía hacer nada. El tiempo había pasado, no se podía retroceder, por lo tanto, debía afrontar la situación actual. No quedaba más que resignarse, lo cual no era muy difícil de conseguir.

 

Agradeció por la buena atención brindada por los médicos y la preocupación de amigos y parientes. Lo que en un principio lo asusto y pensó que lo habían confundido con alguien involucrado en temas
más peligrosos, tuvo un final feliz. Lo retornaron al lugar donde se inició el periplo y todos quedaron felices, los médicos, los amigos y parientes, desde luego que el involucrado.

 

Miguel Aramayo

SCZ.20-08-2021

 

15 Jul

Seres misteriosos

Él pensaba que era una persona sin miedo a ningún bulto. Si se le presentaba un duende o un fantasma, con seguridad podía ser una
criatura más de las hechas por El Altísimo, junto con todo lo que hizo en la creación. Dando vida al hombre, a la primera mujer “Lilit” −­
El origen de la leyenda que presenta a Lilit como
primera mujer se encuentra en una interpretación rabínica de Génesis 1, 27
­−, que después se convirtió en la primer súcubo*.
Luego creó la segunda mujer que fue Eva, los Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines y los demonios que, según las historias cristiana, fueron Ángeles rebeldes. Leyendo entre líneas en los libros sagrados, no fueron Ángeles que se revelaron, sino que fueron
creados por el Altísimo en los siete días descritos en el Genesis.

 

Si bien es cierto que existen muchas historias de seres extraños que asustan a las personas, quizá los más mentadas sean los vampiros,
seres que particularmente aterrorizaron la Europa medieval por su poder y maldad, que se caracterizaban por una fuerza sobrehumana, inmortalidad, consumo de carne, sangre humana, fobia a la luz, así como la capacidad de convertirse en murciélago o, en neblina,
durante las noches. Desde que el hombre fue creado, existe el miedo, el temor a seres extraños, “demonios”, “fantasmas”. Incluso pienso que las religiones se deben al temor del hombre. No solo por algunos entes, sino a hechos propios de la naturaleza, “el
Sol, la Luna, el rayo, el relámpago, el trueno”. También los demonios, los súcubos y otra cantidad de seres creados por la mente humana, que a medida de su desarrollo intelectual fue formando mitos cada vez más sofisticados, como es el caso de las mitologías
y muy particularmente la “mitología griega”.

 

Existen algunas enfermedades asociadas a los temores humanos. La depresión, la ansiedad, la epilepsia, la parálisis del sueño, la
porfiria **, y la rabia, donde se encontró que estas enfermedades, por su cuadro clínico, dieron lugar a explicaciones erradas y místicas. Esas enfermedades llevaron a la sociedad a aislar, rechazar y actuar, de manera violenta, hacia las personas que las
sufrían. Fomentando mitos, cuentos y leyendas, que fueron reforzados y trasmitidos de generación en generación, en el folclor por la tradición oral, la literatura, el arte y, actualmente, por el cine, la televisión y la Internet.

 

El hombre es tan indefenso que a partir de su nacimiento depende de los demás. La madre en primer lugar incluso debe proveerle el
alimento y toda protección. Es en ese momento que el individuo comienza a sentir temores, primero a la ausencia de luz, de alimento, de compañía. A lo largo de la historia, el ser humano se ha visto amenazado por dolencias, que generan miedo e incertidumbre.
En su afán de buscarle explicaciones, lo ha llevado por caminos de herradura o caminos sin salida, donde, generalmente, las únicas explicaciones que encuentran son de tipo metafísico, mágico, fantástico y divino. Soluciones que emergen frente a las manifestaciones
clínicas y se atribuyen al demiurgo***, a espíritus o fuerzas sobrenaturales, más poderosas que la ignorancia humana.

 

Las enfermedades no son ajenas a estas explicaciones y libros, como la Biblia, el Corán, el Talmud y los libros chinos e hindúes,
dan explicaciones y curas para las mismas. Algunas veces, en culturas ancestrales, existía un grupo selecto de personas que a través de su capacidad de sugestión, iniciaron las primeras prácticas curativas mediante el uso de conjuros, empleo de pócimas y otros
artificios, retando a esa ignorancia y buscando hacer frente a la patología.

 

Desde la época de Jesucristo, tal como se puede leer en la biblia, y específicamente en el libro de Marcos, Él expulsaba espíritus
malignos, que habitaban en los hombres, que venían desde las tumbas, con cadenas en las manos y hierros en los pies. Vagaban por colinas y cuevas de día y de noche, siempre gritando y cortándose con piedras y a quienes después de la mediación de Jesucristo,
los vieron sentados, vestidos y en sano juicio, se asombraron ante los eventos y se preguntaban ¿quiénes era en realidad estos fenómenos?

 

Ansiedad y depresión, actualmente se entiende que los trastornos mentales eran atribuidos a espíritus, posesiones demoniacas y pecados.
Aunque es poca la información científica, la creencia en demonios -como la causa de enfermedades mentales-, es un fenómeno bien conocido. Como resultado de la influencia de espíritus malignos, siendo etiquetados como posesiones demoniacas; por ejemplo, pacientes
que padecen trastornos de ansiedad y esquizofrenia son tratados en rituales de exorcismo.

 

Pero en realidad lo más temido, para él, eran sus manías incurables, como también sus obsesiones que dañaban su espíritu y que podían
convertirse en trastornos obsesivos compulsivos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-08-2021

*demonios sexuales.

** Trastornos genéticos causados por problemas con la forma en
que el cuerpo produce una sustancia llamada hemo. 

*** En la filosofía platónica y gnóstica, artífice o alma universal
que es principio ordenador de los elementos preexistentes.

 

15 Jul

Alsacia Eguisheim Alto Rin

Sonó mi celular, no me dio el tiempo para responder, estaba con las manos sucias, pero distinguí quien llamaba. Devolví la llamada, no tardaron en
responder y lo primero que escuche fue un beso, no con palabras, sino con el chasquido producido por sus labios junto al micrófono.

 

−Como no pude responder, le devuelvo la llamada. −Estaba pensando en usted. Porque en esta mi soledad usted cubre ese espacio faltante y solo recordarla
me hace feliz.

 

−Lo llamo, para pedirle que nos juntemos en algún lugar especial para liberarse de tanto estrés. Conozco uno en particular que me resulta muy atractivo,
está ubicado en el Alto Rin de la Alsacia francesa, se llama Eguisheim.

 

−Unos amigos nos prestan su casita. Alla vive de toda la vida una señora que ronda los 90 años, con una sobrina que la atiende y sobre todo la acompaña.
La estructura de la casa es de ambientes independientes, con total privacidad de los espacios comunes que los compartiremos con la tía y su sobrina, ellas nos servirán de guías y de historia viviente.

 

Acepté la invitación y comencé a pensar, ¿Dónde estaba ubicado ese pueblo en el mapa?, ¿las distancias?, ¿los medios de transporte?, ¿cómo deberíamos
trasladarnos? Prometí devolver la llamada contándole todo lo que pudiera averiguar y la forma de concretar el paseo y la estadía.

 

Eguisheim, está a 508 kilómetros de París y se puede ir por carretera, ómnibus o tren a un tiempo similar. En avión se tarda más o menos 1 hora. Desde
Zúrich, son 147 km. de buena carretera, por lo tanto, mi amiga podía irse en auto y ahorramos gastar en alquiler. Yo partiría en avión el viernes en la tarde y ella llegaría el sábado muy temprano. Del aeropuerto tomé un taxi, al llegar, toqué el timbre, me
recibió una señora muy simpática, de más de 90 años y me presenté.

 

−Señora soy Lisandro, el amigo de Almudena.

 

−Pase, los estaba esperando, ¿Qué es de Almudena?

 

−Ella llegará mañana. Por combinaciones aéreas, no me quedó más remedio que llegar antes.

 

−Les compré entradas para un festival de música que comienza esta noche. Si usted no se molesta y me permite, lo puedo acompañar, para no desperdiciar
la entrada de Almudena.

 

−Para mí será un honor el poder tener tan grata compañía, por lo tanto, quedo a sus órdenes. Usted dirá como debo vestir y la hora de partir. Si necesitamos
tomar taxi o ir caminando.

 

−Me resultan tan agradables sus palabras, como si usted fuera una persona de mi época, con la gentileza a flor de piel sin fingir. Puede vestir tal
como está y llevar algo de abrigo por si refresca en la noche. El espectáculo comienza a las 19:30, supongo con duración de dos horas.

 

−Estimada señora, sus palabras, son melodía para mis oídos y un bálsamo para mi espíritu, me siento halagado por el cumplido.

 

−Pase, le mostraré la casa y su dormitorio. Es bueno que conozca todo, porque hoy estaremos solos. Mi sobrina se fue a pasar el fin de semana con el
novio, como es la costumbre actual y retornará el lunes en la mañana.

 

Me hizo un recorrido por todos los ambientes, todo era un primor, ordenado, amoblado y decorado con mucho gusto. Todo era antiguo, pero cuidado con
esmero. Desde luego poseía algunas cosas modernas, como el aire acondicionado, la calefacción y algunos otros utensilios, la cocina, el microondas, los televisores y el equipo de musica. En un rincón de la sala, todavía se mostraba un antiguo teléfono de disco
y colgante. Después del recorrido con explicaciones minuciosas me dejó en libertad de tomar un baño y permanecer donde me quedará más confortable. Ella estaría en su dormitorio viendo una novela, hasta que nos toque partir al concierto.

 

Me recosté, en espera del llamado de mi amiga. En un momento el timbre del celular me volvió a la realidad, era ella, con una noticia desagradable.
Estaba partiendo a América, se le presentó un imprevisto ineludible y no podría acompañarme. Me recomendaba permanecer alojado en esa preciosa estancia, hasta retornar en mi vuelo del lunes en la tarde. Quedé muy triste, pero comprendí la situación y no quedaba
más, que adecuarme a la situación.

 

Tomé el libro que traje, se llama “El Umbral del Bosque”, del escritor argentino, “Patricio Sturlese”. Me dirigí a la sala, me acomodé
en un sillón para iniciar la lectura. Estaba en ello y apareció la señora bien arregladita y me dijo: − ¡Ya podíamos partí!, caminaremos unas dos o tres cuadras, si lo hacemos a mi paso, llegaremos a tiempo. Dejé el libro en la mesita y pasé a retirar una
americana, por si requería estar abrigado y algo más elegante.

 

Salimos, ella pegó la puerta, tomó mi brazo, lo cual me halagó, mucho tiempo que no sentía esa sensación tan agradable, me recordaba a mis parientes
mayores. Mientras caminábamos le conté que mi amiga no vendría, se le presentó un imprevisto y tuvo que viajar mucho más lejos. Me expresó su pesar, pero me pidió quedarme con ella el tiempo que había programado. Ella vería la forma de recomendarme lugares
a conocer y me invitaba a desayunar todos los días y en algún momento me prepararía un almuerzo o cena.

 

Mientras nos dirigíamos al concierto me comentó la historia de Eguisheim, que es muy antigua, el castillo fue construido el 720 y el papa Leon IX nació
en el castillo el 1002. Gracias a la generosidad de los condes, muchos conventos poseen bienes en la ciudad y se dedicaron al vino, de alta calidad y licores de diferentes sabores. Debe tener una población de más o menos 2.000 habitantes. Es uno de los pueblos
más bonitos de Francia y conserva su donaire de lugar antiguo y respetable.

 

El concierto al que asistimos era una mezcla de vino y musica, en la iglesia de San Pedro y San Pablo, memorable por sus campanarios románicos del
siglo XIII. Durante quince días, el Festival Musica presenta las obras más significativas de un siglo XX rico en creaciones musicales, con sus referencias, sus herencias, sus obras maestras, comparándolas con las nuevas generaciones de artistas, compositores
e intérpretes. El festival acoge a artistas especializados en la música contemporánea y a formaciones clásicas prestigiosas.

 

Después nos fuimos caminando a la casa y allí me ofreció unos bocaditos y un té caliente, con la promesa de tomar el desayuno de mañana a las 9:30,
lo que acepté gustoso. Ni bien puse la cabeza en la almohada quedé dormido recordando la buena musica y disfrutado la amena compañía de la señora que era mi anfitriona, que se llamaba Mari Stella.

 

Al despertar y como la señora seguía en cama yo salí en busca de una florería, por suerte la encontré muy cerca y retorné a la casa con un ramo de
rosas amarillas y unos claveles blancos. Al llegar ella ya estaba en la cocina y todo el ambiente olía a panceta ahumada y tostada. Entré y la saludé con un beso en la mejilla y puse las flores en un florero desocupado, y ordené las rosas con los claveles,
para que presenten un lindo aspecto.

 

−Lisandro usted es un individuo de otra época, sus ademanes son tan especiales, estoy feliz de haberlo conocido, lástima que su amiga no pudo llegar,
pero le aseguro acompañarle sin molestarlo, distrayendo su soledad.

 

−Señora Mari Stella, me siento feliz de estar con usted. No digo que no extrañé a Almudena, pero estoy viviendo en este momento algo delicioso. −De
solo sentir todo lo preparado y de verla sacar del horno el pan amasado por sus manos, del jugo, las frutas, el revuelto de huevos, la panceta asada y el café con leche, estoy suspendido en el espacio. − ¡Es una atención de lujo!

 

Después de completar el desayuno conversando trivialidades, ayudé a poner en orden todo y no la dejé lavar nada, todo lo hice yo y solo le pedí me
guiará para acomodar los utensilios en su lugar. Después nos fuimos a sentar a la sala y ella puso música instrumental en un volumen muy bajito permitiendo conversar cómodamente.

 

− ¿Lisandro usted es casado?

 

− ¡Si!, pero no con Almudena. Con ella me une una gran amistad y la pasamos muy bien desde hace mucho tiempo, ella no tiene ningún compromiso y soporta
que yo sea como soy.

 

Con una mueca de espanto, respondió: − ¡Ay los hombres!

 

−Son las circunstancias las que nos hacen así y la aceptación de nuestras parejas.

 

−Ya que estamos sincerándonos, ¿está enamorado de Almudena?

 

−Entiendo que el amor es algo sublime y ¡solamente una vez se ama en la vida…! Lo que siento por ella es cariño, respeto y nos complementamos en otros
aspectos, que imponen nuestras exigencias biológicas.

 

Ambos nos quedamos callados y cuando retornamos a la conversación ya fue sobre la literatura y sobre todo las poesías. Con ese tema nos pasamos hablando
el saldo de la mañana hasta que aceptó mi invitación y nos fuimos a almorzar.

 

Pasé tres días inolvidables, compartiendo con una persona que tenía mucho para hablar, al extremo que, algunas veces me quedaba callado y extasiado
escuchando las historias contadas con tanto lujo de detalles. Todos los días desayunamos juntos, cenamos juntos y disfrutamos del concierto de música clásica.

 

Miguel Aramayo

SCZ.10-08-2021

 

15 Jul

Los celtas

Caminando por Irlanda, me adentre en un bosque que suponía totalmente deshabitado, pero ¡gran sorpresa…!  A los pocos metros escuché voces de muchas personas. Daba
la impresión de ser más mujeres que hombres y todos hablaban al unísono, lo cual confundía, además no era inglés lo que pronunciaban, era gaélico, por lo menos eso me pareció de las poquitas palabras que sé en ese idioma, por demás está decir que se trata
de una lengua muerta.

 

Me quedé quieto y sorprendido, desde luego también temeroso. Nunca pensé encontrarme con gente de otra época, hablando otro idioma. Ya estaba adentro y no me quedaba
más que, afrontar lo que viniera. No se pasó por mi cabeza el huir, al contrario, seguí avanzando, procurando aproximarme a donde estaba esas personas. Cuando llegué donde estaban ellos, quedaron sorprendidos y hasta me animo a decir, temerosos. Aparentemente
estaban celebrando algo y se encontraban reunidos formando un círculo en torno a una hoguera, que no solo les servía para calentarse e iluminarse, aunque faltaba un poco para el ocaso. Era notorio que preparaban algo de comer y beber; porque se percibían dos
aromas diferentes. Por un lado, parecía carne asada y por otro algo con contenido de alcohol, como un licor de jengibre y limón, aroma similar al gin.

 

Cuando esas gentes que estaban sentadas me vieron, quedaron anonadados y su silencio me dio coraje. Se fueron incorporando poco a poco y se aproximaron a mí, mostrando
un cierto temor. Las mujeres más osadas, en cambio los varones se mostraron más cautos y alertas para defenderlas en cualquier situación o mal entendido que se produjera.

 

Cuando me tuvieron totalmente rodeado comenzaron a tocarme con notoria sutileza, lo que hizo que yo me tenga que parar y levantar los brazos. Algunas se aproximaron
tanto que rozaron sus narices con las mías y olían la piel de mi cara y mis orejas, también acariciaban mi cabello y tuve la impresión de que procuraban desnudarme y les llamaron la atención los botones de mi campera, camisa y pantalón, lo mismo mi cinturón
y zapatos. Quedé quieto y dejé hacer conmigo lo que se les antojara.

 

No me di cuenta del tiempo que transcurría desde mi llegada, pero el ocaso ya había dado paso a una noche llena de estrellas y una luna brillante en todo su esplendor.

 

Cuando me tuvieron totalmente desnudó, se dedicaron a observar mi ropa con detenimiento y me pareció que lo que más les llamó la atención fue mi ropa interior. Cuando
yo estuve totalmente chuto, perdieron interés en mí y mientras observaban cada una de mis prendas intercambiaban criterios y en algunos casos lanzaban tremendas risotadas.

 

Después de observar todo, me permitieron vestirme y mientras lo hacía formaron un ruedo a mi alrededor. Cuando estuve listo, dos hombres me tomaron de los brazos y
me guiaron hasta el final del bosque, allí me dijeron algo y me señalaron el camino a seguir, incluso uno de ellos me dio una palmada en el traste, como indicando que me alejé.

 

Ustedes creerán que esto que les cuento es una más de mis chifladuras, de mis ensueños, mis inventos o mis mentiras, pero les seguro que esa fue una vivencia en mi
último viaje por Irlanda.

 

Miguel Aramayo

SCZ.06-07-2021

 

15 Jul

El castillo

Estaba en un castillo que aparentaba estar deshabitado y mirando desde el puente levadizo, todo era quietud. Daba la impresión de que había pasado el tiempo y que este
se hubiera llevado a las personas, pero todo hubiera quedado intacto, como quedó hasta el último momento en que fue habitado. Las plantas en macetas y jardines se quedaron intactas, como si alguien las hubiera disecado, no perdieron ni las hojas ni las flores
y en las flores no se cayeron ni los pétalos, ni los estambres y pistilos, pero no tenía vida propia.

 

Los animales que pudieran habido, caballos, perros o cualquier otro animal, ya no estaban; lo mismo que sus habitantes, propietarios, servidumbre y seguridad. Pero
estaba todo lo que ellos utilizaban, al extremo que la vajilla que usaron a último momento estaba completa, incluso con los saldos de alimentos que estuvieron en el momento que los abandonaron. Lo que no se había secado es el vino o el agua contenida en los
vasos y copas.

 

Lo mismo sucedía con el menaje de cocina, con los saldos de alimentos en los diferentes cachorros en uso al momento del abandono. Todas las estancias tenían completo
el mobiliario, incluso se percibía las arrugas en algunas telas o el desorden en algunos almohadones. Las cortinas, manteles y tapetes mostraban el mismo estado.

 

Recorrí todo el castillo sin dejar un espacio sin observar y quedé sorprendido. No cabía en mi cabeza que, todo lo material subsista de esa manera, lo único que fue
implacable es el polvo. No existían ni telas de araña, ni rastro de insectos o roedores, que podían haber hecho un festín con todo lo que quedo servido o en las alacenas de la despensa o los vinos y fiambres almacenados en la bodega. Daban la impresión de
que si uno destapaba una botella podría usar su contenido de vino, champagne u otro licor. Lo mismo en los fiambres, quizá se podía recortar un jamón, una butifarra o salamín. Lo mismo el pan en los paneros o las frutas en los fruteros, que no habían perdido
la forma y color, pero eran como si fuera de cera o se los hubiera deshidratado.

 

Después de un largo tiempo paseando y husmeando por todos los rincones, noté que mis piernas pedían reposo, lo mismo que mis pies. Mi cuerpo todo sentía cansancio y
por la espalda me escurría una densa transpiración.  Mi intelecto no se cansaba de observar todo lo que me rodeaba y si fuera por él, seguiría en actividad. Cuando vi una mullida mecedora, puse mi físico en ella, estiré las piernas y extendí los brazos dejando
reposar todo mi cuerpo. Que, al sentir ese confort, quedó extasiado. Entorné los párpados, abrí un poco la boca y dejé que mis pulmones se llenaran del aire circundante, el mismo que tenía un buen aroma, porque la brisa traía la fragancia de pinos y abetos
de lis bosques aledaños.

 

En ese estado de reposo, dejé a mi mente divagar en esa extraordinaria soledad y quedé suspendido en mis pensamientos sin darme cuenta exacta de mi existencia. Si era
un sueño o realidad, si estaba vivo o, mi observación de esa realidad era simplemente el reflejo de los recuerdos que conservaban mis neuronas.

 

Estaba realmente feliz, nada atormentaba mi alma, tampoco a mi intelecto y respiraba con una quietud. Quietud que me permitía percibir el latir acompasado de mi corazón
y el fluir de mi sangre a través de las venas. Mis ojos observaban el entorno, con total distracción. No puedo decir el tiempo que permanecí así. Como la quietud era tan grande y mi físico estaba rendido. Quedé profundamente dormido y pasé a otra dimensión.
En mis sueños pude compartir con una dama junto a mí. Dama que acariciaba mis cabellos y me prodigaba besos en las mejillas, dejando que el aroma de su aliento adormezca mis sentidos y me produzca una extraña sensación que, me elevaba a al cielo en cuerpo
y alma, al extremo de despojarme de mi vestimenta y sentir que flotaba, sin sentir ni frío ni calor, ni cansancio ni apuro, y ninguna sanción que pudiera alterar la quietud en que estaba sumergido de cuerpo y alma.

 

Miguel Aramayo

SCZ.05-08-2021

 

15 Jul

Pareja

Algo muy interesante, no somos amigos, aunque algo de eso existe, porque nos soportamos con respeto y por lo menos no nos olvidamos de él:” buen día”, todos los días,
porque compartimos el mismo espacio, la misma cama, la misma mesa, y pese a ser casados, ya no somos pareja y el amor, si alguna vez hubo algo, ya se borró y ahora lo que subsiste es un compañerismo obligado por las circunstancias y el qué dirán de parientes
y amigos.

 

Entiendo que no tuve la capacidad de borrar los sentimientos anteriores que quedaron grabados y que permanecerán hasta nunca jamás. Una pena que fuera así, pero no
puedo luchar para revertir, porque lo único que hice fue trabajar en busca de un progreso, que lo conseguí, pero nunca pude conseguir ser amado, soportado si, pese a mis graves manías y la obsesión que, si bien es cierto que me atormenta, puedo dominar con
más facilidad que mi manía. El tiempo continuo así y lo que queda es muy poco, por lo tanto, no vale la pena esforzarse por cambiarlo y no queda más que soportarlo y compartirlo con mi soledad, soledad que sí sé manejar a mi antojo y que me brinda grandes
satisfacciones, porque puedo imaginar situaciones y crear ficciones que me permiten ser profundamente feliz.

 

Pienso que la resignación es un sentimiento muy valioso, porque te permite crear situaciones irreales que aparentan ser reales y dan la felicidad que todo ser humano
requiere para llegar al final e idearse un futuro en la eternidad.

 

Miguel Aramayo

SCZ.01-08-2021

 

 

15 Jul

Encierro o cerrazón

Siento que estoy encerrado. Lo peor de todo, estoy encerrado en mí mismo. Algo peor que estar en la cárcel, porque en ella puedes observar lo que sucede detrás de los barrotes. En mi caso estoy encerrado “en mi”,
solamente veo lo que está dentro, en mi interior. Algunas veces es distraído y agradable, pero otras veces desespera, porque se apaga la luz y no solo quedo en penumbras, sino en una oscuridad total y absoluta. Es la consecuencia de que “el corazón tiene
razones, que la razón no entiende
”.

 

Quise tener una noción más clara de ese sentimiento y busqué los sinónimas de “encierro” y encontré lo siguiente:
reclusión – prisión – calabozo – celda – retiro – clausura – recogimiento – apartamiento – toril – chiquero – encerradero. No todos esos términos tienen connotación triste
o deprimente, por ejemplo: retiro y clausura que, a mi criterio, podrían emplearse para mostrar piedad, dedicación a algo superior. Recogimiento podría tomarse como algo espiritual, pero también como un estado de ánimo. En cambio: toril, apartamiento, chiquero,
encerradero; eso me suena a términos empleados para animales, no para humanos.

 

Cerrazón también es un término que se presta para pensar. Entiendo que es la actitud del que
se mantiene excesivamente firme en sus ideas, intenciones u opiniones, sin tener en cuenta otras posibilidades. Pienso que es la torpeza o falta de capacidad para entender una cosa. Quizá se podría opinar así de un individuo “caprichoso”. Algunos famosos expresaron
opiniones al respecto y las transcribo: “Todo capricho surge de la imposición de la voluntad sobre el conocimiento”. Arthur Schopenhauer – “Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que lo siguen”. Abraham Lincoln – “El
corazón tiene razones que la razón no entiende”. Blaise Pascal.

 

Con la observación de todos esos términos, podemos darnos cuentas del gran valor que tiene la palabra, porque uno puede ir pintando y vislumbrando sensaciones,
pensamientos, sentimientos que uno lleva adentro, en lo más íntimo del interior de cada uno de nosotros. Pienso que uno puede llegarse a medicar, pero no como el pobre hombre, Barrick, descrito en el poema “reír llorando”. Él podía distraer el spleen de los
altos lores, pero no encontraba remedio para el mal que lo acongojaba. Sufría un mal tan espantoso como la palidez de su rostro.

 

Pienso que la felicidad depende de cada uno de nosotros, pero algunas veces nos “encaprichamos” en ser menos, sufriendo penas fáciles de solucionar con solo
pensar que no existen. Es sabido que lo primero que uno debe pretender es su autoestima, que uno debe mantenerla, elevarla y enriquecerla. Aunque parezca malo, lo mismo se debe hacer con su ego. Narciso vivía feliz contemplando su rostro en el lago. Un día
Narciso fue al bosque, Eco salió entre los árboles y Narciso la rechazó. Eco se metió en una cueva y acabo consumiéndose. Némesis la diosa de la venganza se enfadó con Narciso y decidió que se enamore de su propio reflejo y así fue. Narciso se miró en el lago
y se metió al agua, no se resistió a enamorarse de su propio reflejo. Eso tampoco es bueno, uno debe considerar que puede solucionar sus defectos y sufrimientos, pero no considerarse Narciso, podría tener el mismo castigo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.22-07-2021

 

15 Jul

En la india

Mientras practicaba algo de yoga por clases en internet, medité en la soledad existencial en que vivó y me puse a pensar si no sería mejor visitar
alguna ciudad de la India. Además, esto me permitiría disfrutar mi soledad, estudiar un poco de esa cultura, practicar meditación, concentración, yoga y estudiar algo de su religión.

 

Estuve mucho tiempo madurando esa idea, de la misma manera me fui adentrando en su religión y con frecuencia practicando meditación. Desde luego que
la meditación me resultaba muy complicada, porque constantemente estoy soñando y cuando pretendo meditar, me doy cuenta de que mi mente está divagando en algún ensueño. Les causaré chiste, pero mientras pretendía concentrarme, mi mente estaba con alguna rubia
curvilínea en una playa de la Costa Azul. No les cuento más porque pensaran que soy un obsesivo, compulsivo, además de maniático. Solito me doy cuenta de eso y me golpeo delicadamente la cabeza, cierro los ojos o por lo menos entornó los párpados, en busca
de una quietud espiritual que permita elevar mi alma a niveles superiores, donde olvide completamente mi vida mundana.

 

Decidí viajar y elegí un seminario de meditación, por espacio de varios días, los que me perimirían estar en concentración. Después de eso, dispondría
un tiempo para dar un paseo por el vasto territorio indo, luego, pasear por Europa, antes de retornar a mi habitad.

 

Elegí la ciudad de
Benarés (Varanasi in hindi), uno de los lugares sagrados de la India, ubicado a orillas del Ganges, en el estado de Uttar Pradesh. Una de las siete ciudades sagradas
del hinduismo, como el jainismo y budismo. Tiene un templo dorado dedicada al dios Shiva que fue construido en 1776.

 

La religión hinduista es la tercera en cantidad de adeptos, más o menos 1.150 millones, el 16% de la población
mundial. Según ellos es la religión más antigua. Querer contar un poquito de esa religión es muy difícil, para un simple curioso como yo, pero lo principal es:
Las creencias hinduistas incluyen el karma (acciones y consecuencias de las acciones), el samsara (la reencarnación o ciclo de nacimientos y muertes), varios tipos de yoga (prácticas
para lograr moksha), y los cuatro objetivos del hombre, purusharthas (de púrusha: ‘varón’, y artha: ‘objetivos’): 1. Dharma (religión, ética y obligaciones), 2. Artha (prosperidad y trabajo), 3. Kama (satisfacción de los deseos y las pasiones),
4. Moksha (salvación espiritual). El hinduismo prescribe obligaciones morales, tales como la veracidad (satya), abstenerse de hacerle daño a seres vivientes, paciencia, tolerancia, autocontrol y compasión, entre otros. Una de
las partes más importantes del hinduismo es el vegetarianismo, que se basa en la creencia de ahimsa.

 

Para llegar a Benarés en la India,
tuve que seguir el siguiente recorrido: Desde donde estoy al Brasil, luego a España y de allá hasta Nueva Delhi y en vuelo de cabotaje al aeropuerto Lal Bahadur Shastri,
a 25 kilómetros del centro de la ciudad. Ciudad que es caótica, por ser centro de religiosidad y por lo que atrae el turismo. Me alojé en un hotel de 3 estrellas, pero muy cómodo de nombre “Diamond Hotel”, después tenía que ponerme en contacto con el director
del seminario para trasladarme donde él me diga, pero primero me daría un baño y un buen descanso por el viaje tan largo.

 

Cuando estuve descansado y antes de salir a dar un paseo me puse en contacto con la persona que ubiqué vía mail, que se llama
Kalkin Gandhi.

 

−Hola Kalkin, ya estoy en tu ciudad llegué muy temprano ayer, pero tan cansado y como me vine con anticipación recién te puedo
llamar.

 

−No te preocupes está todo preparado, pero te pido por favor que te contactes con mi secretaria que se llama Shashi Nayyar, ella
ha programado tu estadía, vos tienes su número de celular. −Cambió un poco tu solicitud, podrás asistir a tres seminarios, uno de yoga, el otro de meditación y por último de concentración. Para el de Yoga no será necesario que dejes el hotel, los otros dos
no requerirás hotel, porque te trasladarás al lugar donde se realizarán los seminarios y serán con asistencia permanente las 24 horas, por el tiempo que duren, no menos de tres días ni más de diez.

 

Llamé a Shashi y me dijo que comenzaba al día siguiente con el seminario de yoga, ella pasaría por el hotel para llevarme al
lugar donde sería el seminario. Al otro día, ya había tomado mi desayuno y me paré en la puerta del hotel a ver la gente pasar y me fijé que se aproximaba una mujer muy bonita vestida con un sari de color naranja jaspeado y la blusa tradicional con una tonalidad
poco más oscura, además de un pañuelo en la cabeza.

 

La salude: −Hola Shashi yo soy la persona que buscas para llevar al seminario de yoga.

 

−Hola señor, ¡que puntualidad!, si está listo nos podemos ir, tengo un transporte a la vuelta de la esquina que nos trasladará
al seminario. No se preocupe por la ropa, allá le proporcionaremos una mudad para que se sienta más cómodo. Será algo adecuado para las clases y el trabajo que tienen que realizar.

 

Nos trasladamos hasta Brahmavarchas International Yoga Academy.  Después de completar un ritual administrativo me dejó,
indicando que permanezca en ese lugar hasta el final de la tarde y el taxista que nos había traído pasaría a buscarme para llevarme al hotel. Esa rutina duraría 10 días calendario, pero que si quería acortar le avise, el taxi se encargaría todos los días de
llevarme y retornarme al hotel.

 

Después de completados todos los semanarios, Shashi y Kalkin me invitaron a cenar, hablamos sobre mi participación y por los comentarios que hicieron
los instructores de los tres seminarios, quedaron alagados con mi predisposición a tomar las enseñanzas con gran atención.

 

−Shashi, si no es indiscreción, me podrías decir cual es el significado de tu nombre, que a mis oídos suena muy melodioso.

 

−Mi nombre significa “Luz de luna”, fue elegido por mi padre. Que según me cuenta, estaba muy enamorado de mi madre y pensó que cuando nací la luna
era llena e iluminaba de una manera extraordinaria, porque el cielo era diáfano y transparente.

 

−Kalkin, con todo respeto me puedes decir cuál es el significado de tu nombre, porque también me resulta muy melodioso.

 

−Desde luego, no es ninguna impertinencia. Mi nombre significa “Caballo Blanco” es uno de los nombres más comunes en la India y son los padres orgullosos
de sus hijos que eligen ese nombre para sus vástagos. Mi apellido “Gandhi” también es muy famoso y común en la India y en varios países colindantes. En cambio, el apellido de Shashi “Nayyar” tiene más connotación árabe, pero ellos lo usan con una sola “y”.

 

La velada transcurrió muy agradable, como si hubiéramos sido amigos de muchos años, porque la gente hindú es muy espontánea y por su misma practica
religiosa, son amables, colaboradores y cariñosos, además que expresivos. Ellos también quedaron satisfechos con mi forma de ser y lo expresaron abiertamente. En otra oportunidad les comentaré el turismo por la India y por Europa.

 

Obtuve muchos beneficios en los tres seminarios, el de Yoga mejoró notablemente mi estado físico,
además me permitió dominar mi mente, mi espíritu, mi alma; porque pude optimizar mi grado de concentración, liberando mis tendencias naturales a estar distraído, divagando en absurdos y ensoñaciones dañinas. En el curso de concentración, fue algo similar al
tiempo que practiqué yoga, pero usando muy poco del físico.
La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos
de estos rasgos: Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente. Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos.

Aprendí varias técnicas de concentración, no con fines religiosos, en cambio lo estudiado en meditación tenia un sesgo hacia la religión hindú.

 

Miguel Aramayo

SCZ.30-06-2021

 

15 Jul

EL ángel caído

Mientras leía una novela que titula: “Como polvo en el viento” de
Leonardo Padura. En una de sus páginas habla de una escultura en Madrid denominada; “El Ángel Caído”, ubicada en el Parque del Retiro. Escultura cuyo autor es “Ricardo Bellver”, se inauguró el 29 de abril de 1885 y se inspiró en un verso del “Paraíso
perdido” de “John Milton”. Ese poema, es una epopeya acerca del tema bíblico de la caída de Adán y Eva. La obra trata, fundamentalmente, sobre el problema del mal y el sufrimiento en el sentido de responder a la pregunta del pecado original.

 

El Ángel Caído es un monumento muy polémico, incluso por su ubicación a 666 metros sobre el nivel del mar, número que representa la bestia. Esto me hizo pensar que,
la pandemia que estamos viviendo, podría ser un castigo que recibimos no por el pecado original que, según los católicos, ya fuimos liberados por el nacimiento de Jesús y el correspondiente bautizo en la fe cristiana. Porque pese a esa liberación, la humanidad
siguió pecando y esto es una advertencia, sería interesante y quizá útil modificar nuestra actitud hacia Dios y la religión. Pero, sobre todo, que veamos de cambiar cumpliendo a plenitud lo que expresan las tablas de la ley que fueron entregadas a Moisés.

 

Sin dar mayor importancia al número de leyes, que deben cumplir católicos, judíos o de otras religiones, es importante que toda la humanidad tome conciencia de lo que
nos está sucediendo, que es un enigma para la ciencia y que a mi criterio estamos en las manos de Dios, pero depende de nosotros reconciliarnos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.14-06-2021

 

Comentando un poco sobre los mandamientos:

 

Según los católicos son 10 mandamientos y según los judíos son 613.

 

Las Mitzvot (mandamientos divinos) contenidos en la Torá (Pentateuco) son muy numerosos, 613 de acuerdo con el cómputo judío, pero se
le ha dado una significación especial a los que constituyen el tratado sellado por Dios con el pueblo elegido, en el curso del éxodo, escribiéndolos en tablas de piedra que entregó a Moisés en el monte Sinaí.

 

Según el libro de Éxodos (34:10-28) eran 17 las ordenanzas más claras expresadas por Yahveh, esto según lo expuesto por antiguos rabinos
israelitas.

 

Según el Deuteronomio (5:6-21), son 21 las ordenanzas expresadas como leyes divinas.
 

 

 

15 Jul

EL ángel caído

Mientras leía una novela que titula: “Como polvo en el viento” de
Leonardo Padura. En una de sus páginas habla de una escultura en Madrid denominada; “El Ángel Caído”, ubicada en el Parque del Retiro. Escultura cuyo autor es “Ricardo Bellver”, se inauguró el 29 de abril de 1885 y se inspiró en un verso del “Paraíso
perdido” de “John Milton”. Ese poema, es una epopeya acerca del tema bíblico de la caída de Adán y Eva. La obra trata, fundamentalmente, sobre el problema del mal y el sufrimiento en el sentido de responder a la pregunta del pecado original.

 

El Ángel Caído es un monumento muy polémico, incluso por su ubicación a 666 metros sobre el nivel del mar, número que representa la bestia. Esto me hizo pensar que,
la pandemia que estamos viviendo, podría ser un castigo que recibimos no por el pecado original que, según los católicos, ya fuimos liberados por el nacimiento de Jesús y el correspondiente bautizo en la fe cristiana. Porque pese a esa liberación, la humanidad
siguió pecando y esto es una advertencia, sería interesante y quizá útil modificar nuestra actitud hacia Dios y la religión. Pero, sobre todo, que veamos de cambiar cumpliendo a plenitud lo que expresan las tablas de la ley que fueron entregadas a Moisés.

 

Sin dar mayor importancia al número de leyes, que deben cumplir católicos, judíos o de otras religiones, es importante que toda la humanidad tome conciencia de lo que
nos está sucediendo, que es un enigma para la ciencia y que a mi criterio estamos en las manos de Dios, pero depende de nosotros reconciliarnos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.14-06-2021

 

Comentando un poco sobre los mandamientos:

 

Según los católicos son 10 mandamientos y según los judíos son 613.

 

Las Mitzvot (mandamientos divinos) contenidos en la Torá (Pentateuco) son muy numerosos, 613 de acuerdo con el cómputo judío, pero se
le ha dado una significación especial a los que constituyen el tratado sellado por Dios con el pueblo elegido, en el curso del éxodo, escribiéndolos en tablas de piedra que entregó a Moisés en el monte Sinaí.

 

Según el libro de Éxodos (34:10-28) eran 17 las ordenanzas más claras expresadas por Yahveh, esto según lo expuesto por antiguos rabinos
israelitas.

 

Según el Deuteronomio (5:6-21), son 21 las ordenanzas expresadas como leyes divinas.