Contec, 4 de julio de 1973
Tengo el problema de hablar mucho, pero ahora procuraré ser lo mas corto posible.
Son 35 años de vida como empresa y como persona. En los inicios fuimos muchos los participantes de Contec, más de 20, pero por nuestra juventud veíamos todo con ojos de ilusión y no con ojos de empresarios y llegó un momento que la mayoría tuvieron que buscar otros rumbos, yo no podía hacer eso porque quien había puesto las garantías era mi suegro y me quedé trabajando hasta hoy.
Hoy me desperté pensando en ese hecho y durante todo el día no hice más que eso, pensar, pensar en la velocidad con la que pasa el tiempo y he querido ver lo que ha quedado de enseñanza en ese largo tiempo que pasó volando.
Son tres las cosas que me ayudaron a llegar donde estoy: Dios, la familia, los amigos. Dios que está conmigo en todo momento de mi vida y a quien algunas veces le fallo. Mi familia que no sólo soportó las inclemencias del tiempo sino que en todo momento estuvo conmigo, cuando digo familia digo mis suegros, mis padres, mi mujer mis hijos, todos los demás parientes cercanos y ahora mis nietos. Los amigos, los amigos más próximos que son mis colaboradores, ustedes, que día a día y a mi lado hacemos lo que hacemos con el amor y empeño, con la mayor dedicación y poniendo lo mejor de nosotros para demostrar que somos buenos, buenos, como personas, buenos como profesionales, buenos como amigos, buenos como colaboradores. Por último los amigos que me han dado su apoyo como clientes, poniendo por delante las obligaciones empresariales, pero sin descuidar ese trato humano, ese trato de amigos.
Nombrar a todos por su nombre seria interminable la lista e interminables las anécdotas, pero quiero distinguir a Cecilio Podio que es la persona con la cual trabajo desde el primer día en Contec, la persona que me mantuvo informado de las noticias diarias. Julio Villalba que es uno de los primeros profesionales en trabajar con Contec, en diferentes épocas y la persona con quien quizás tenga más anécdotas de trabajo. Manuel Lopez y Roberto Rodrigano representan a los clientes y son el ejemplo vivo de que la amistad pesa mucho más que los negocios. Nombrarlos a ustedes es largo pero puedo asegurar que los quiero mucho y si Contec está donde está, es por ustedes, que con su cariño, su profesionalismo, su abnegación su colaboración ha logrado que formemos un equipo que toma los trabajos con responsabilidad.
Por último y para legarles algo de lo que hice, algo de lo que hago y seguiré haciendo hasta que Dios me lo permita, algo que les quede como enseñanza como un recuerdo que lleven de mí. Esto es algo que digo a todas las personas que quiero, no como consejo, sino como una simple recomendación. Lo que más adorna a las personas es la honestidad, la humildad y lo que más las valora es la predisposición a la colaboración y la capacidad intelectual. Una persona honesta, humilde, trabajadora e inteligente, no tiene porque temerle a las adversidades que ofrece el destino.
Gracias por estar conmigo, gracias por su colaboración y no se olviden que somos un equipo, que podemos superarnos, que podemos ser mejores, pero sobre todo amigos.
Miguel Aramayo
SCZ. 04-07-2008
