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Cosas interesantes

12 Sep

Cosas interesantes

Leyendo escritos que Marco Polo dejó a un compañero de celda, relatos que cautivaron al escritor Rustichello de Pisa hasta tal punto, que éste empezó a volcar esas fantasmales aventuras en un libro. Lo tituló, al principio: Descripción del mundo, y luego Il millione. (La versión en español titula: Los viajes de Marco Polo) En sus relatos cuenta como ganó la confianza de Kublai Khan, de quien aprendió su idioma, pero además llegó a dominar otros cuatro idiomas más.

 

Después de andar por el mundo, entonces demasiado ancho, demasiado ajeno y demasiado misterioso, sus relatos siguen siendo inmortales. Luego de una batalla entre su Venecia y Génova, quedó preso y le dictó sus memorias, sus avatares y su crónica a un escritor, compañero de celda. Asombrando a sus compañeros de infortunio con sus relatos de palacios opulentos, oro y seda a raudales, desiertos infinitos, animales exóticos jamás vistos por ojos occidentales.

 

Muchos asocian a Marco Polo con la pasta seca, que dicen que trajo de China a Venecia, lo mismo que los prodigiosos fuegos artificiales; lo cual no es correcto, la pasta la trajo de Grecia de donde también es la filosofía, donde existió unos cuantos miles de años antes de Cristo. La pólvora se encendió por primera vez en Occidente… en 1262 en la batalla de Niebla, Huelva, España y no en China, como se creía.

 

En los relatos Marco Polo habla mucho de su gran amigo Kublai Khan, y la riqueza nunca antes vista, entonces del Tíbet, donde era costumbre nunca tomar por esposa una virgen por todo el oro del mundo. Cuantas más relaciones tenía una chica con diferentes parejas, más se le presentaba joyas y podía casarse más pronto y mejor. 

 

También habló de la ciudad celestial, Quinsa de un millón de habitantes, que Rustichello no podía creer. Esta ciudad famosa se jacta con doce mil puentes de piedra, y el barco más grande puede pasar fácilmente debajo de sus arcos. Todas sus calles están pavimentadas con piedra o ladrillo, hay tres mil baños de vapor donde hombres y mujeres a menudo disfrutan porque cuidan bien de la limpieza corporal. Estos baños son los más grandes del mundo y hasta un centenar de personas pueden estar juntos a la vez. Marco Polo compraba velas para que también trabajaran de noche, y Rustichello sólo suspiró y asintió, porque sólo en parte creía estas historias. Luego Marco siguió hablando de cosas que había traído de China.

 

Mencionó una bebida helada hecha de jugos de frutas, nieve y leche que solía beber en la corte de Kublai Khan. Eso era en realidad helado que Marco mismo hizo en Venecia y que le gustaría probar ese mismo momento. En la otra mitad de lo que vio, está la historia de un chinito que llamó la atención a su compañero de celda, el escritor Rustichello, quien también escribió la novela El Rey Arturo y también Los caballeros de la mesa redonda.

 

Ese chinito hablo mal de su mujer y fue castigado de la forma más horrible, porque en el Tíbet, eso es lo peor que podía hacer un hombre y por lo tanto fue ignominiosamente castigado hasta perder la vida sin volver a ver una mujer.

 

Marco Polo, nació en la que hoy es Croacia cuando era parte de Venecia (15 de septiembre de 1254), por lo tanto, en dos días más se conmemoran los 763 años de su nacimiento. Mientras agonizaba, pobre y sin fama, sus amigos, dudando de sus experiencias y descripciones, le preguntaron si todo era cierto, convencidos de que gran parte de su relato había sido dictado por su imaginación y sus fantasías. Sus últimas palabras, esas en las que a veces se impone la verdad, fueron tajantes: –Sólo conté la mitad de lo que vi.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 12-09-2017