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Dios, naturaleza y amor.

15 Abr

Dios, naturaleza y amor.

Sentado en un rinconcito de mi jardín, que a su vez es una porción de la inmensidad del infinito, me puse a observar el que hacer de un pajarito de color castaño, de patas largas y delgaditas, como son la patas de casi todas los pájaros, con un andar nervioso y mucha confianza en sí mismo, lo que da la impresión de mansedumbre, porque no escapa de los humanos, hasta que se siente atacado, pero incluso así retorna al lugar que le brinda protección, con lo cual demuestra que es insistente, lo que correspondería a constante.

 

El hornero (Furnarius rufus) nosotros lo conocemos como “Tiluchi” pero en casi todas partes de América latina lo denomina “hornero”, en el Chaco lo conocen como “Tapsí”, en Argentina y Uruguay lo llaman “Pájaro de la patria”. Su gran particularidad es que viven en pareja la vida entera. Todo lo que hacen, lo realizan de mutuo acuerdo, la búsqueda del lugar donde armarán su nido, la construcción del nido, la empollada de huevos, la alimentación de sus polluelos, cantan a dúo, cuando uno sale del nido, al regresar canta como una contraseña de seguridad y no se aproxima al nido hasta que no tiene la respuesta de su pareja, asomada al dintel del nido.

 

Se reproduce entre septiembre y octubre, y al ser sedentaria, para cada nidada construye un «horno» nuevo, a veces encima del otro, la gente lo usa como amuleto o como adorno. En algunos lugares lo usan como medicina, para curar las quemaduras. Alberga entre dos y cinco huevos que son incubados por la pareja durante unos quince días y de forma alternativa. Cuando uno anida, el otro sale a buscar el sustento

 

La base de su alimentación, son larvas, por lo tanto ayuda a eliminar plagas. Su apacible cercanía, la confianza que le demuestra a los humanos al anidar cerca de sus viviendas, lo curioso de su canto y la singularidad de su nido, dieron lugar a un sinfín de anécdotas y cuentos y abusiones, sobre el tiempo, la suerte, el amor, la lluvia, la sequedad. 

 

Es un infalible guardián; sus chillidos de alarma avisan de la presencia de víboras o animales peligrosos, y además, con sus ruidos o infrecuentes movimientos, anuncia de la llegada de personas no gratas. El Tiluchi encarna el sacrificio, porque aguanta a su pareja durante toda su vida, es feliz porque no tiene suegra, construye un horno porque no le gusta que lo vean haciendo el amor.

 

“Según el mito, en épocas inmemoriales, y cuando el cielo y la Tierra estaban conectados por «El puente de la existencia», la gente carecía de un elemento primordial; el fuego (y no podían esperar nada de Prometeo ya que era de otra mitología). Entonces, el hombre atravesaba El puente y accedía al cielo a pedirle al Sol que le cocinara los alimentos. Más, el Sol -de puro cascarrabias- no aceptaba risas de nadie en su presencia (ante él todos firmes, con la boca cerrada y sin meterse el dedo en la nariz –sin hornear-). Cierto día al grupo se unió un personaje, quien, justamente, se distinguía por su buen humor y propensión a la risa. Por lo tanto, ocurrió lo que se podía esperar; cuando el Sol para cocer los alimentos, se sentó sobre los cacharros y comenzó a soltar fuego por el trasero, el personaje feliz largó una atronadora risotada. Inmediatamente, el Sol, encolerizado, escupió fuego poniendo en fuga a los visitantes, y completó su obra incendiando la Tierra. La mayoría de los hombres murieron, y los que lograron sobrevivir se convirtieron en animales. De este modo, el personaje que se rio fue convirtió en Tiluchi”.

 

Dios realmente tiene formas tan sutiles de darnos ejemplos de vida y si sabemos respetar la naturaleza y observarla, veremos mensajes que Dios nos da, para nuestro beneficio. Uno de esos ejemplos es el Tiluchi. Nos da ejemplo de fidelidad, pero al mismo tiempo nos muestra que no sólo es fidelidad, que sobre todo, es comprensión, cariño, colaboración, que todo en amor se debe hacer entre dos, en pareja y que para las demostraciones de intimidad y pasión se requieren de un horno, donde se puedan amar a cabalidad.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 15-04-2015