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¿El hombre piensa por qué sufre, o sufre por qué piensa?

10 Ago

¿El hombre piensa por qué sufre, o sufre por qué piensa?

Esta frase la aprendí cuando estaba en colegio, pasando clases de filosofía con el Hermano Enrique, (Conde de las Moras y Duque de Aragon) y se me quedó gravada la respuesta, “el hombre sufre porque piensa, sino pensará no sufriría”. Esto lo tengo muy asimilado, especialmente cuando escucho a los políticos en sus discursos. Hablan sobre temas que conozco más o menos, por experiencia o por estudios, pero que a ellos se los pusieron en su discurso sin mayores explicaciones.

 

Últimamente vivo atormentado por esta situación y mucho más ahora que tuve oportunidad de escuchar a tres presidentes hablando sobre temas en los cuales muestran falta de conocimiento y piensan que ellos tienen toda la sabiduría para expresarse con propiedad.

 

Otras cosas que me atormentan son escuchar mentiras. Como todos los que estamos atentos al discurso, somos simples y vulgares ignorantes, simples analfabetos, que no tenemos memoria, que no tenemos capacidad de discernir, que solo debemos escuchar, bajar la cabeza y decir sí. Los políticos creen que pueden decir lo que se les antoja y nosotros solo podemos escuchar.

 

En estos últimos dos años he escuchado decir tantas y tantas cosas absurdas, que algunas veces me estremezco y reveo mis pensamientos en busca del errores estructurales, que pudiera tener en mi subconsciente o en mi conciente, que sean causa genética o influenciada por mi entorno y la educación que recibí, mezcla de campesinos con influencia de beatas y hombres que nos enseñaron disciplina, trabajo, orden, CIVISMO, respeto a los amigos, cariño a la familia, al prójimo, respeto a nuestros mayores y superiores.

 

Intercambio conceptos con la gente que trabajo, con mi familia, con mis hijos, con quien tengo la oportunidad de compartir en una sala de espera, en un taxi y me convenzo que no soy el único, todos estamos en lo mismo. Solo falta ver la televisión, con tantas entrevistas, discursos, ruedas de prensa, ruedas de negocio, etc. Todos estamos traumatizados con lo que nos está sucediendo; realmente han trastocado nuestra existencia. Estamos viviendo una época de cambio, pero no sobre algo real, sino sobre mentiras, mentiras que están introduciendo en la gente ingenua, en nuestros pobres originarios, en la gente que no ha tenido la misma suerte que nosotros de poder tener una mejor capacidad de discernimiento, lo cual los está dañando les está trastocando la realidad con frases, con imágenes, con conceptos perversos.

 

Solamente veo caciques, caciques propios y caciques ajenos, que se llevan muy bien entre ellos y que practican un matonaje y un discurso de engaño, de mentira, contrario a los hechos que podemos observar y comprobar que el discurso es uno y que la realidad es otra, que no hay crisis energética, que no hay inflación, que no hay hambre, que no hay falta de trabajo, que no hay enfermedad, que todos los niños tiene salud, que todos podemos comer hasta la saciedad, que no falta nada, que se pueden construir plantas para industrializar el gas o producir energía con solo chasquear los dedos, así como hacer caminos y construir viviendas.

 

Que las maletitas con plata, que los cheques donados, son fruto de la oposición, son inventos de la prensa, ¡de los malos…!, que solo quieren perjudicar a los caciques y que quieren bajar su puntaje de popularidad, por el solo gusto de engañar a los originarios. Que solo ellos tienen la verdad, la sabiduría, el poder y los dólares y que pueden hacer lo que se les antoja con solo una amenaza, una mentira o un decreto. Ellos pueden malgastar el dinero o emplearlo en cosas innecesarias sin escuchar la opinión de los especialistas, los que tienen conocimiento y experiencia.

 

Lo único que nos queda es cantar el tango “cambalache”: o rezar para que Dios ilumine a los que nos gobiernan y haga aparecer un líder que nos pueda proteger y representar, un “chapulín colorado”, o directamente no pensemos porque eso produce sufrimiento, lo cual no es recomendable porque es esconder la cabeza en la arena, después sufriremos más.

 

 

 

Miguel Aramayo

SCZ-10-08-2007