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Estando en silencio

27 Jul

Estando en silencio

Estando en silencio, los sonidos de tu entorno son más audibles y pareciera que también tus sentimientos se acrecientan y todo lo que escuchas tienen mayor sentido, mayor significación, incluso puedes escuchar la voz de tu conciencia y los latidos de tu corazón, todo eso es captado por tu intelecto y lo convierte en temas que pueden ser escritos, como criticas, como poemas, como alocuciones de dolor, como discursos de protesta.

 

Estando en silencio, puedes ver mejor, puedes distinguir más entre luz y sombra, diferenciar los colores, apreciar las tonalidades y diferenciar los brillos, de los opacos, los tenues, de los exaltados colores del sol, de la luz, pero también puedes diferenciar la oscuridad, la penumbra, los tonos pastel y apreciar los terracotas, los ocres, los azules, celestes y las tonalidades fucsia. Si tuvieras un pincel y un lienzo podrías plasmar los colores que te ofrece la naturaleza y que te acrecienta el silencio.

 

Estando en silencio, captas los aromas que te brinda el paisaje, la fragancia de las flores, el olor de la brisa, el perfume de la humedad, la sublime y sutil sensación del perfume derramado con fuerza por el espacio, con fuerza tal que se esparce en el horizonte y desciende hasta emborrachar tus sentidos y exaltar tu espíritu, de manera que te hace capaz de ser el alquimista, alquimista que sintetizará todas esas fragancias en un perfume superior, perfume de mujer, superior a la fragancia de la vida.

 

Estando en silencio, tu tacto es capaz de sentir el frío, el frío que produce el silencio, lo áspero de la soledad, lo suave de la naturaleza, lo sutil del alma que estando en silencio se esparce por tu entorno y diluye todo lo visible para hacerlo imperceptible al tacto, que puede atravesar tu dermis y llegar a lo más profundo de tu alma, para después aflorar por tu piel como una sensación de cosquilleo, de un dulce cosquilleo que alegra tu existencia y da felicidad a tu mente, mente que se siente feliz en el silencio.

 

Estando en silencio, también tus papilas quedan adormecidas, pero no por eso, no saborean los dulces y los amargos que produce el silencio, la sensación de no salivar, por el hecho de estar callado, pero tu paladar puede sentir el frío que al aspirar golpea tus glándulas salivales y al expirar sienten tus labios y tu boca el calor que emana de tu espíritu, de tu espíritu en silencio, que se siente feliz, que se siente contento de estar en silencio, porque estando en silencio puedes sentir el gusto que te da la vida, la vida colmada de sensaciones de amor.

 

Estando en silencio, tu cuerpo se nutre de sensaciones que pueden ser captadas por cada uno de tus sentidos y al estar en silencio tu intelecto también se nutre de conocimientos, conocimientos que sólo estando en silencio puedes captar a tu alrededor y en tu interior.

 

Estando en silencio puedes estar más cerca de ti, más próximo a tu espíritu y estar así te hace que al mismo tiempo estés más al alcance de Dios, que como estás en silencio, Él te podrá hablar y con seguridad lo podrás escuchar, porque estás en silencio.

 

 

 

Miguel Aramayo.

SCZ. 27-07-2009.