info@miguelaramayo.com

Habrá algún parecido con Melgarejo

19 Oct

Habrá algún parecido con Melgarejo

Hace algún tiempo que está dando vueltas en mi mente escribir algo que relacione a Melgarejo con el Sr. Evo Morales y en uno de mis intentos comencé diciendo:

 

Hoy me desperté pensando en algunas cosas que escuché hablar del General Melgarejo y pensando que nuestro Presidente actual podría superarlo en anécdotas, todo porque escuché que hoy jugará al fútbol, despidiendo al Diablo (Echeverri), pero cuando quise ver como escribir algo sobre este tema, me di cuenta que lo que sé sobre Melgarejo, es muy poco para opinar y menos para comparar. En realidad nunca leí algo en forma seria y por lo tanto, antes de escribir abrí un libro que titula “El General Melgarejo”, “Hechos y Dichos de Éste Hombre Celebre”  cuyo autor es Tomás O´connor D´arlach, al leer la introducción quedé sorprendido de la opinión que expresan: un escritor chileno, Ramón Sotomayor Valdez, y un literato boliviano, Pablo Subieta (Tío abuelo de alguien que trabaja conmigo). Mi sorpresa fue tal que llegué a este punto de mi idea de hacer la comparación entre ambos personajes, postergar para saber algo más del primero. Después de leer el libro me encuentro que no concuerda lo que ahora conozco de Melgarejo, con lo que se de nuestro Presidente, por su actuación desde que se lo ve a la luz pública, como dirigente sindical y según su actuación en los últimos diez meses que siguen siendo como fueron en su vida sindical, pero con más recursos.

 

Dicen de Melgarejo que “gustaba mucho de las letras…” (Eso indica que leia) “y tenia pasión de artista  por la música y la poesía”… (Sensibilidad). “Tocaba la guitarra maravillosamente y hacia versos llenos de inspiración y sentimiento”, pero también tenia delirios parecidos a los del Sr. Chávez (Presidente de Venezuela), él “soñaba con la conquista del continente, y en una de sus borracheras quiso declararle guerra al Perú para poder conseguir plata para pagar a su ejercito.

 

Ahora que retomo el tema después de casi ocho meses y después de haber leído ese libro, no en forma completa, sino los pasajes que me resultaron más interesantes, estoy en condiciones de transcribir literalmente lo que puede dar una visión clara del tipo de persona que era Melgarejo y que por lo tanto no cabe comparación con nuestro Presidente actual:

 

“Melgarejo! Muchos le han comparado a los ti­ranos del Paraguay y de la República Argentina; algunos hasta a los de la antigua Roma. Nosotros que le juzgamos con serenidad, sine amore nec odio, y con la severa imparcialidad de la Historia, no ve­mos en Melgarejo un tirano cauteloso y tétrico co­mo Tiberio, ni sombrío, suspicaz y neurótico como el doctor Francia, ni un loco con sed de sangre, como Rosas. Vemos solamente en él, lo que veía nuestro ma­logrado amigo el galano escritor Pablo Subieta: un hombre ingénitamente bueno, en quien las pasiones, los instintos sensuales y las tendencias orgánicas, habían sofocado los gérmenes de la virtud que una cuidadosa educación hubiese salvado de un naufra­gio; un hombre, un presidente que no ha ejercido influencia alguna en la política de Bolivia, porque no ha sido la encarnación de una idea, el represen­tante de un partido, ni siquiera el soldado de una bandera; un fenómeno excepcional como organiza­ción y como fuerza de voluntad, del que la educa­ción podía haber hecho una potencia útil, como ha sido una fuerza destructora en su tránsito rápido por la vida pública; un verdadero soldado que ignora­ba la ley civil y no conocía más modo de elevación que la fuerza individual; un hombre que, como todos los tiranos, tiene algo de raro, de extraordina­rio, de superior y cuya vida, hechos, fisonomía y con­diciones morales, merecen el honor de la biografía, de la epopeya y del análisis psicológico; un hombre, en fin, que puede ser el personaje interesante de una leyenda histórica con la brillantez de un romance.”

 

Desde luego que el Presidente actual está dejando mucho que hablar para la historia, pero quienes lo acompañan darán mucho más para escribir anécdotas similares a las que genero el general Melgarejo.

 

Miguel Aramayo

SCZ–19-10-2006