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La política

27 Mar

La política

No podemos sustraernos de la política, es parte de nuestra vida cotidiana, es parte integrante e importante de nuestra subsistencia, no sólo de la parte de bienestar físico, techo, educación, salud, comida, trabajo. También es parte extremadamente importante de nuestro bienestar psicológico, si tenemos gente que nos gobiernen bien, nos despreocupamos de política y nos concentramos a producir. Cuando digo: “nos gobiernen”, no sólo me refiero al poder ejecutivo, también me refiero al legislativo, cuya misión es supervisar el buen funcionamiento del ejecutivo, además el poder judicial es muy importante, porque si entre los estantes y habitantes tenemos problemas tenemos que recurrir a ellos para que juzguen y den razón al que la tienen, pero también ellos deben ser los que controlen el cumplimiento de la constitución, que es prioritario, porque en el deben estar todas las normas que debemos cumplir, el pueblo, el gobierno con sus tres poderes, el ejército, la policía, la iglesia y todas y cada una de las instituciones del estado.

Para que funcione bien la política (Ejecutivo, Legislativo, Judicial), es importante tener una oposición constructiva, que mediante el legislativo ejerza un adecuado control de buen funcionamiento del ejecutivo y lo encamine en el cumplimiento de la constitución.

La justicia debe ser imparcial, ecuánime, y deberá hacer que todos cumplamos las leyes  al pie de la letra y sobre todo que esas leyes se enmarquen dentro de lo que establece la constitución política del estado, que debe ser la primer ley a cumplir.

Si pasa lo que está sucediendo en este momento, que todo es un desbarajuste total, nos encaminamos a un desastre. Por suerte las circunstancias hacen que económicamente estemos atravesando por un buen momento, pero la economía es cíclica y lo que ahora es tan bueno, si no lo sabemos utilizar, pasará y después tendremos perjuicios que nos harán sufrir.

Lo peor que nos puede suceder es perder las libertades, porque quienes nos gobiernan asumen cada vez más poder y se olvidan de practicar la democracia, haciendo lo que se les antoja, este poder tampoco es eterno, también es cíclico y sobre todo efímero y quienes lo ostentan en este momento piensan que será eterno, o por lo menos muy duradero, pero por diversas circunstancias eso puede cambiar y si no hemos fortalecido la democracia, las leyes y su correspondiente respeto, cuando dejen de gobernar sufrían el peso de la venganza, que es algo que observo en nuestro país desde hace mucho tiempo.

Nunca en mi vida he visto que en Bolivia se practique una verdadera democracia, siempre hemos vivido a sobresaltos, incluso en un pasado se burlaban de nosotros y nos apodaron LP (long play) porque funcionábamos a 33 revoluciones por minuto, igual que los discos de vinilo. Hemos llegado a lo máximo, tres presidentes en un día, incluso un juego de dados (el cacho), había una forma de lanzar los dados con el cubilete y se podía hacer dos vuelques y un volteo, en alusión a los cambios políticos entre militares.

Tampoco recuerdo haber visto una oposición coherente, porque pareciera una caracteriza de los bolivianos, la individualidad, la envidia, el provenzalismo. Mientras no cambiemos esa práctica de hacer política, difícilmente podremos ganar democracia. Espero que ahora que casi hemos perdido la “democracia”, no por primera vez, los políticos de oposición puedan ver las cosas con desprendimiento y honestidad, y logren formar un frente, pero no para repartirse recurso, sino para reconstruir un país.

Miguel Aramayo

SCZ. 27-03-2014 (Cumpleaños de un ser querido, que ya  no está con nosotros, mi suegro)