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Lo que se de Jesús, con mis propias palabras.

5 Abr

Lo que se de Jesús, con mis propias palabras.

Un hombre que nació de un vientre Virgen, porque Dios así lo quiso y lo anunció el Ángel Gabriel, más o. menos de esta manera: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.” Luego añadió: “No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios; vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús.” María respondió al ángel: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” El ángel le aclaró: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios.” Dijo María: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.” Días después, María fue a casa de Zacarías y saludó a Isabel, la cual exclamó: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno”. Esa su prima también estaba embarazada y en su vientre se gestaba la venida de Juan el Bautista, el hombre que bautizaría a su primo en las aguas del río Jordán. En ese acontecimiento también se asomó El Espíritu Santo, representado por una Paloma, y se escuchó la voz de Dios, qué dijo: “Este es mi Hijo Bendito”. «Y se oyó una voz que venía de los cielos: ‘Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco’»

Ese hombre fue Jesús, que habiendo nacido judío, de familia judía, en una comunidad judía, se crió como tal y como tal fue circuncidado, para cumplir con el pacto y llegado a la edad de Bar Mitzvá, leyó los libros sagrados cumpliendo los designios de David, de cuya familia procedía y de esa manera recibió la nominación de hacerse hombre a los 13 años de edad. Después de esto Jesús se pierde de vista y retorna a su comunidad ya como un hombre hecho y derecho.

 

Llega para compartir la vida con su comunidad e impartirles enseñanzas, con la finalidad de apegarlos a su Dios, a sus creencias y darles ejemplos de vida, no sólo mostrando como deberían vivir entre ellos, sino como respetar los mandatos de su Dios y cumplir el pacto de su comunidad con Dios.

 

Es por eso que se junta más tiempo con su comunidad y les quiere mostrar que Él es el Mecías y que su comunidad debe apegarse a sus creencias y no solo que les da ejemplos de vida, les da enseñanzas como las del sermón de las bienaventuranzas, les hace milagros de resurrección, como la que practica a su amigo Lázaro, también les enseña piedad perdonando a personas como María Magdalena. Incluso conmemorando la huida del dominio egipcio y la huida de allá después de atravesar el mar y divagar por el desierto para llegar a la tierra prometida y recibir las tablas de la ley y haberse alimentado del mana, hasta llegar a la tierra de prosperidad.

 

Cuando conmemoraban el Pésaj, los cristianos asumieron que el pan ácimo o, sin levadura y la bendición del vino que es como los judíos festejan el Pésaj, los cristianos convirtieron en la hostia y el vino, que ahora representa la santa Eucaristía. Ese día Jesús lavó los pies a sus discípulos, como lo haría cualquier anfitrión, que convida a sus amigos a la cena pascual, que se convierte en la última cena de Jesús, por la envidia y el temor del sanedrín y sus primos hermanos judíos.

 

Miguel Aramayo

SCZ.05-04-2015