Maria Laura, en tu primera comunión
Más que quererte te adoro.
Amo cada uno de tus inocentes recuerdos.
Recuerdo cada una de tus infantiles anécdotas.
Ilusiono con ahínco algún día poder escribirte un verso.
Así pretendo acercar la poca distancia y aminorar el tiempo.
Lamento no poder estar a tu lado.
Al tiempo que estarás uniendo tu alma a Dios.
Un día muy bonito deseo que sea el de tu comunión.
Rezaré con fervor por vos, al tiempo que vos recibes a Dios.
A mi mente retornará con seguridad toda tu infancia hasta ahora.
Al fin llegó el tiempo de tu preparación.
Recuerda que Dios nuestro Señor estará con vos.
Al fin llegó el tiempo en que podrás disfrutar de la dicha de tenerlo.
Me permito recordarte que comunión es unión y debe ser para siempre.
Al cielo postulas después de presentar tu ofrenda al señor, ¡que bello día!
Y no será el único, de ahora en adelante podrás estar con Díos cuando quieras.
Oh, aunque no todos presientan yo tengo la seguridad que será así, así para siempre.
Cierto que comulgar es vivir.
Amar a Dios sobre todas las cosas.
Llevar su santo nombre siempre en alto.
Llevar y repartir entre todos el amor que te dará.
Amar a Dios como Él te pide, y sobre todo con humildad.
Última ilusión de cualquier cristiano que deberás cultivar.
Miguel Aramayo
SCZ 14-05-2006
