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Mientras sabes quién eres te sientes feliz.

1 Feb

Mientras sabes quién eres te sientes feliz.

Angel como tofos los días, además de trabajar con total responsabilidad, por lo menos en lo que corresponde al cumplimiento de horarios, porque generalmente es el primero en llegar y el último en irse. Además de estar pendiente de todo lo que sucede a su alrededor, desde cómo están las instalaciones físicas, eléctricas y electrónicas, también se inmiscuye, en los problemas que pudieran tener sus compañeros de trabajo.

 

Después de todo eso y atender su correspondencia y demás obligaciones, se dedica a la lectura de las noticias, por vía electrónica, los periódicos y las revistas, además lee todas las curiosidades que aparecen en estos medios e incluso se da tiempo para leer el libro que siempre tenía a mano y que con relativa frecuencia lo cambia, al concluir la lectura de cada uno.

 

Así como lee, también escribe, hace un resumen diario de las noticias que lee, circula las noticias y boletines que deben ser de conocimiento de las personas con las que trabajaba, luego escribe cuentos para sus parientes y sus amigos, algunas veces, de su imaginación y las circunstancias en las que vive, otras basado en lo que recibe de los amigos. Principalmente cuando se refiere a viajes que programa, a partir de la presentaciones que recibe por mail. Otras veces investiga varias fuentes y escribe sobre un tema en particular o basado en alguna curiosidad que estaba inserta en los periódicos o revistas que pasaron por sus manos, ese día o días anteriores.

 

Hoy escribió sobre una mujer, una mujer negra que a las cuatro semanas de nacida fue abandonada por su madre, que la dejó con unas monjas. Esto sucedió en Alemania, pero además supo que su padre biológico era nigerino. Todos estos sucesos la afectaron convirtiéndola en la única niña negra en un barrio en Múnich. Eso le trajo una serie de traumas, que afectaron su desarrollo psicológico.

 

Muchos años después, estando en Hamburgo, Se enteró de la verdad más dura, mientras caminaba hacia la biblioteca central, empezó a ojear un libro rojo con una fotografía en blanco y negro de una mujer. El título del libro era «Tengo que amar a mi padre, ¿no?«. En ese entonces ella tenía 38 años, descubrió algo que la hizo sentir como que había quedado atrapada en una tormenta. Se trataba de un sucio secreto familiar. Leyó los nombres de las personas y los lugares que mencionaban en el libro y se dio cuenta, que la mujer en la fotografía no era otra que su madre biológica.

 

Y el padre al que se hacía referencia en el título era Amon Goethe, el nazi sádico que fue el comandante del campo de concentración de Plaszow en Polonia. Muchos han llegado a saber del sangriento personaje a través de la película La Lista de Schindler, en la que fue interpretado por Ralph Fiennes.

 

La mujer a la que se refiere la historia se llama Teege, es una mujer alemana y negra que había ido a la universidad en Israel y que era amiga de los descendientes de los sobrevivientes del Holocausto y que tenía una carrera exitosa y una familia amorosa, era la nieta de un monstruo y por pura casualidad descubrió que era nieta de ese nazi.

 

A partir de ese momento, cambió totalmente su vida y quedó convencida que «Algunas cosas en la vida están predeterminadas»,

 

Miguel Aramayo

SCZ.01-02-2016