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El amor está cambiando

9 Abr

El amor está cambiando

La semana pasada estuve en Rio de Janeiro, retorné después de 17 años, pero antes de eso estuve en varias oportunidades, la primera vez el año 1970, un viaje que hice con mi suegro. Todas las veces que estuve fueron estadías inolvidables, me dejaron muy bellos recuerdos y anécdotas imborrables. La primera vez tenía 25 años, la última vez 56 años y ahora 73 años, lo cual indica realmente que durante ese transcurso de tiempo se puede considerar la evolución de tres generaciones. En 1970 no existían los computadores y menos los celulares, las comunicaciones prácticamente eran nulas, el año 2000 ya existían computadores, pero la comunicación de celulares era únicamente para intercambiar llamadas con un sistema de telefonía muy adelantado, ahora el 2018 la telefonía celular ha crecido de tal manera que la gente de mi generación ya fue rebasada y nos cuesta adaptarnos, no así a los jóvenes de esa tercera generación.

 

En mis primeros viajes quedé sorprendido porque las expresiones de amor, especialmente en la gente joven, eran exageradas y a los que veníamos de ciudades tan pequeñas como Santa Cruz de la Sierra, quedamos muy impactados, porque nosotros éramos muy puritanos, o hipócritas. No estábamos acostumbrados y era difícil ver que las parejas se besen en público, en cambio en Brasil las demostraciones de cariño eran mucho más explicitas. (Santa Cruz 96.000 habitantes y San Pablo tenía 8.500.000, ahora en Santa Cruz somos 2.500.000 y San Pablo 13.500.000). No creo que el crecimiento poblacional tenga una influencia sobre el tema que quiero demostrar, ¡las expresiones de amor…!

 

Pienso que con la explosión tecnológica se han modificado muchos valores sociales, ahora los jóvenes no necesitan andar agarrados de la mano y besándose en cualquier parte, para ellos es más importante estar comunicados y ya no son expresivos, una pena porque esa pérdida de sentimientos hace que los seres humanos estén cada vez más distantes, más fríos y esto que digo, es algo muy estudiado a nivel académico, porque incluso es un causante de la disminución del crecimiento poblacional. Ya no hay príncipes azules y princesas encantadas.

 

Los jóvenes de mi generación éramos más efusivos, más cariñosos, más apasionados y eso también se estudia y, existen aseveraciones científicas que demuestran que la gente de mi generación contraía matrimonio mucho más temprano, porque en muchos casos las gestaciones ya estaban encargas y se debía asumir la responsabilidad. Los jóvenes de ahora tienen cosas más importantes que el amor y pueden mantener relaciones de amigos sinceros, sin el compromiso del cortejo amoroso y el compromiso de formalizar una relación.

 

He caminado por las calles, me he movilizado en transporte público, me he sentado en barcitos escuchando musica romántica y no he visto que nadie se abrase y se bese, pero ¡ni una sola pareja!, a los únicos que he visto andar por las calles tomados de la mano es a la gente de mi generación, haciendo “empanaditas con su vieja”, ni en la playa he podido ver que se abracen y se besen, como era en mis épocas, ahora cada uno está con su cerveza y su celular. Esto me ha producido mucha pena, porque es realmente un cambio radical en las relaciones humanas, es una demostración que ya no se interesan ni entre parejas, lo cual es un síntoma de descomposición social, más apego le tienen a un IPhone, al que lo cuidan y acarician y miran con ternura.

 

Para los muchachos de ahora, yo soy un viejo con ideas fuera de foco, porque le doy mucha importancia al amor, al respeto, al contacto humano al calor de la piel al sabor de los besos a la dulzura de una caricia y no me daría vergüenza hacer esas demostraciones en público, claro que me asignarían un color: “Viejo verde”.

 

Miguel Aramayo

SCZ.03-04-2018

 

9 Abr

El maestro

Acabo de concluir la lectura de la novela de Javier Sierra que titula “El Maestro del Prado”. Un libro difícil de leer, porque es una mezcla rara de ficción y realidad. La ficción no es muy convincente y la realidad es pesada, no es un tema que sea del agrado de muchas personas; en mi caso, continué la lectura porque me encanta observar obras de arte, incluso dentro de lo que escribo están los comentarios de algunas pinturas famosas, si no me equivoco, una o dos de las que son nombradas en esta novela, como ser el caso de “El entierro del Conde de Ordaz”.

 

Este libro es una guía muy interesante del museo de El Prado, y de la descripción

súper detallada de algunas pinturas famosas, pero no en sentido crítico pictórico, ¡no!, a la descripción, adiciona algunos criterios que aparentemente el autor los plasmó con una doble intención y por lo tanto uno observa la obra con mayor cuidado y siguiendo las recomendaciones del escritor. Eso hace que uno descubra aspectos muy interesantes, que son aportes culturales que enriquecen al lector.

 

Además, que conocí mucho más del museo del Prado, también me enteré de algunos temas biográficos de los artistas que gozan del prestigio de estar en esa casa, y me enriquecí de temas históricos que no hubieran estado a mi alcance, si no tenía la oportunidad de leer ese libro.

 

En el curso de la lectura, como es mi estilo, subrayé algunas frases, que las transcribo a continuación:

 

Cosa de gran virtud es prepararse para un buen morir.

 

Carlos V abdicó de todas sus coronas y se retiró a un monasterio en la provincia de Cáceres hasta que falleció.

 

La gota y las hemorroides lo tenían consumido de dolor a Carlos V y llegó en persona a organizar sus exequias.

 

La profecía de Isaías aseguraba que al Mesías no se le quebraría ni un solo hueso del cuerpo. Esto porque en la crucifixión les quebraron las canillas a los ladrones para que mueran más rápido.

 

El papa Juan Pablo II dijo la misa en el cáliz que se supone es el Santo grial conservado en España.

 

Esta novela se la recomiendo a los amigos que estén interesados en el arte pictórico de las obras expuestas en los museos del Prado y el Escorial, pero si no tienen esa afición les resultará una obra estéril, pero si cae en sus manos inicien la lectura, quizá los sorprenda como me sorprendió a mí, que me gusta el arte, la historia y las narraciones fantasiosas.

 

Miguel Aramayo

RJ.30-03-2018 Viernes Santo.

 

9 Abr

Gente, mucha gente

 

Me levanté muy temprano y me fui a la playa, el sol estaba emergiendo en el horizonte, lo que mostraba que estaba viendo hacia el oriente. Me senté en la arena, que todavía almacenaba el fresco de la noche anterior, dejé que mi mente divague y que mis ojos se fijen en el ir y venir de las olas. Mientras tanto mi mente se fue enfocando en la realidad que me toca vivir, que no es nada fácil, que es un camino lleno de abrojos, pero también lleno de bellos momentos, como el que estoy viviendo.

Mientras estoy suspendido en mis pensamientos, recordé que hoy me quedé mirando gente; viejos, jóvenes, hombres, mujeres, gente en general, gente que como yo, transita por este mundo procurando cumplir con las leyes de Dios y obligados a cumplir con las leyes que imponen los hombres, para su propio beneficio, según dicen las malas lenguas, refiriéndose a las autoridades.


Toda la gente que observaba, caminaba, a su propio ritmo, algunos muy de prisa, otros mostrando algo de preocupación, otros absortos en los problemas que corresponden a su mundo, a su privacidad. También observé gente mayor caminando en pareja, en la mayoría de los casos agarrados de las manos, con los dedos entrelazados, exteriorizando el cariño que se tienen.


Quedé observando gente del mismo género, con expresiones de cariño mutuo, expresiones que me producen repulsión, pero que es gente que por respeto y disposiciones legales no pueden ser discriminadas, ni rechazadas y por lo tanto dejo de fijarme en ellos, son dueños de su vida y, como dice el refrán, “cada uno es artífice de su propio destino”.


Dediqué mucho más tiempo en observar a las mujeres, especialmente a las que están entre las 25 y 60 años de edad. Me dio la impresión de que ellas en su mayoría disponen de más dinamismo que los hombres. Caminan más rápido y pendientes de todo lo que sucede a su alrededor y sobre todo no pierden ni una vidriera. La mayoría bien maquillada y con zapatos incómodos para el ritmo de andar de ellas, además siempre cargando algo por lo menos en una mano.


Toda esa mi observación para concluir que cada persona es un mundo y que cada una pertenece a un firmamento, cada una con sus propios problemas, sufrimientos y alegrías. No interesan las estaturas, ni los colores de piel, ni las grosuras de caderas, largo y tonalidad de cabello o forma de nariz; todas las gentes, interiormente, está hechos “a imagen y semejanza del Creador, el Altísimo; Omnipresente, omnipotente”.


Que todos después de esta vida debemos presentarnos a rendir cuentas, por lo menos eso es lo que expresan las tres creencias (religiones) monoteístas y conforme a lo que hubiéramos hecho, seremos premiados o castigados eternamente. Pero algunos nos olvidamos de eso y vivimos, buscándonos problemas.

Miguel Aramayo

Río de Janeiro 29-03-2018. Jueves Santo.

 

9 Abr

Los cuadros del Museo del Prado

Estoy leyendo una novela de Javier Sierra, que titula: “El maestro del Prado y las pinturas proféticas”. Es un escritor al que le gusta el misterio y que en los temas reales configura situaciones esotéricas, cabalísticas y sin asignar un gran suspenso crea situaciones interesantes, que incluso influyen para creer que lo que expresa es real, pero es ficción con visos de realidad.

 

Lo que me resultó muy interesante de esta novela, es que tiene muchas ilustraciones de los cuadros que comenta y que uno, además de dedicar un tiempo a la parte literal, se queda observando la parte pictórica; para observar todo lo que describe la literatura y procura llegar a los argumentos que el escritor detalla de cada uno de los cuadros.

 

Algo muy interesante es que además de que uno se culturiza en temas de pintura renacentista, no solo por las técnicas que pueden haber utilizado cada uno de los artistas, sino también que el autor profundiza en el motivo del cuadro y lo relata de tal manera que cada cuadro es desmenuzado hasta el último detalle y uno puede comprobar que al ver la pintura no llega a captar a los personajes y menos los detalles, pero cuando uno combina lo que está escrito sobre el cuadro con una segunda o tercer observación del cuadro motivo de análisis, recién uno aprecia a los personajes, su vestimenta, su postura, los detalles que están entre sombras o con exceso de iluminación.

 

No conforme con la descripción minuciosa del cuadro, se introduce en la historia de los personajes y los observa con tanta minuciosidad que lleva al lector a revisar sus observaciones, tales como la postura de las manos, pies e incluso la dirección de las manos, de los pies y sobre todo de la mirada, con lo cual le permite a uno observar cual fue la inspiración del artista y el motivo por el que creo esa obra.

 

Otra de las cosas que me gustaron, es como describe a los personajes que lo rodean y que dan vida a sus relatos, como es el caso del Dr. Luis Fovel o su conversación con la madre de Miguel Bosé (Lucía Bosé) o la dulce y verde mirada de Mariana, su amiga con la que comparte algunos momentos de su vida.

 

Como verán, con sólo haber leído la mitad del libro ya me tomé la libertad de opinar sobre su contenido, porque después de haber leído la mitad ya me picaron las manos por escribir y use la táctica de dar una lectura rápida a algunas de las paginas siguientes, hasta llegar al final y puedo decir que todo lo que me falta leer es similar a lo que ya leí, con la diferencia que está escrito relatando otros cuadros del Museo del Prado.

 

Recomiendo este libro a quienes, además de interesarles el tema literario les interese el tema pictórico e histórico de la época en que se crearon esas pinturas y también la historia de los personajes que están retratados en cada uno de los cuadros.

 

Miguel Aramayo

SCZ.22-03-2018 Mañana viajaré al Brasil unos ocho días, para compartir con la familia de mi hijo Mauricio.

 

9 Abr

Exigente

Si realmente soy exigente, es conmigo mismo, porque es una forma de demostrar que puedo, y pudiendo yo, doy ejemplo a los demás. Por lo tanto, si soy exigente conmigo es una farsa, para ser exigente con los demás. Algún día, los demás, me lo agradecerán, porque ese ejemplo que les proporciono, se les convertirá en rutina y no sentirán que cumplir con las exigencias es algo difícil y verán que el cumplir con las exigencias nos favorece a todos.

 

Creo que la mejor manera de educar es dar ejemplos, porque de esta manera nadie se siente exigido y lo que hacemos es más o menos el juego de niños que si no me equivoco se llamaba “mono mayor”. El juego consiste en que cuando alguien que es líder hace algo, los demás imitan lo que hace ese guía. Creo que esa es la mejor manera de demostrar lo que es “ejemplo”.

 

Otra de las formas de convencer con ejemplos es lo que hacía Jesús y muchos profetas en la Biblia (Antiguo Testamento – Torá) convencer a la gente con “parábolas”, que no son más que cuentos, para que en base a lenguaje simple pueden ser entendidos por todos, incluso los que no tienen mucha o ninguna sabiduría.

 

Pero los tiempos han pasado y no es que me sienta viejo, aunque algo de eso ya se filtra más en mi físico que en mi intelecto, hablo con mis hijos y hablo con mis nietos y ya me siento mermado en todos los sentidos, lo único que me queda es experiencia y el afán de ser exigente conmigo mismo, para por orgullo dejar un ejemplo en mi descendencia y cuando me expreso de esa manera, no sólo pienso en mis hijos y nietos, sino también en mis colaboradores.

 

Toda la gente que me rodea está en óptimas condiciones y creo que con grandes posibilidades. Lo que yo por egolatría quiero transmitirles, es algo vano, ya todos están formados y me pueden dar clases, incluso mis nietos, pero mi orgullo hace que todavía me siente con la capacidad de servir de ejemplo. Es simplemente un afán fatuo de querer seguir siendo el líder, pero ya debo darme cuenta que cuento con gente más capaz intelectual y físicamente, que lo que acumulé de experiencia, no es más que un adorno que uno puede reemplazar muy fácilmente investigando en internet.

 

Debo convencerme que nadie es insustituible y menos cuando los años pasaron por el físico de quien se cree insustituible. Uno puede continuar colaborando, pero con humildad y brindar todo lo que pueda servir de experiencia, porque todavía puede ser válido el refrán que dice: “El diablo sabe más por viejo que por diablo”. No es más que un bonito refrán, pero también un refrán obsoleto; todo lo que sabe el diablo, uno lo puede encontrar entrando a Google y con un poco de paciencia, tiempo, minuciosidad y una buena y adecuada guía, puede encontrase con sorpresas y descubrir todos los secretos que se piensa que tiene el diablo, al extremo de convencerse que no es tan diablo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.20-03-2018

 

9 Abr

Guerra civil española

Pienso que cualquier guerra es mala, pero encuentro que es mucho peor cuando se trata de una guerra civil. La guerra civil, es una pela entre hermanos, pero no expresando como algo genérico empleado por la religión, “porque todos somos hijos de Dios” y por consiguiente “hermanos”. Lo que sucedió en España, en la década de 1930 fue una pelea entre gente del mismo país, incluso en algunos casos parientes, amigos, por el único afán de defender ideas, que podían haber sido solucionadas con una adecuada comunicación, porque en su mayoría todos ellos tenían un idioma común, aunque en realidad en España se hablan tres idiomas muy diferenciados entre sí: el gallego, el castellano y el catalán.

 

Acabo de leer una novela de Arturo Pérez-Reverte que titula “Eva”, es la continuidad de otra novela que ya había comentado y que titula “Falcó”, En ambas novelas existen varios personajes que tuve la oportunidad de conocer al leer la primera nombrada y también muchos de los episodios de la guerra, que no son la ficción de la trama, que son acontecimientos reales de esa guerra que fue la premonición de la guerra que se preparaba en toda Europa y que algunos países formaron parte de esta guerra civil, como ser los ruso, los ingleses, los italianos y los alemanes, que de alguna manera se inmiscuyeron aunque con la apariencia de neutrales, pero que directamente fueron colaboracionistas, como el caso de los rusos, con su apoyo a los republicanos y como el caso de los italianos y alemanes con su apoyo a los militares españoles, que junto con los falangistas españoles defendían la corona, la religión y las buenas costumbres (disque).

 

La trama de la novela es de suspenso permanente, un suspenso que atrae de tal manera, que más que atracción se convierte en un imán, que da la impresión que te hipnotiza y no te deja discontinuar la lectura, porque cada episodio te obliga a continuar leyendo, es realmente una novela adictiva, no quieres soltarla, porque quieres ver en que desencadena cada episodio.

 

En este libro el autor explota con mayor intensidad las escenas eróticas, pero que no las relata en forma disimulada, ¡no…! El relato descarnado, totalmente explícito y sin buscar palabras que oculten los hechos; usa las palabras adecuadas a las circunstancias y que exponen el tema en forma clara. Estas formas de expresarse junto con la trama de suspenso hacen que uno se mantenga en atención permanente, por lo menos esa es la sensación que yo experimente al leer “Eva”.

 

También hubo frase que remarqué porque me dejaron alguna impresión, como: “El gato escaldado hasta del agua fría huye”, “recuerda el viejo principio: mira, pica y vete”, o expresiones como las que transcribo a continuación: “La democracia es una forma camuflada de capitalismo y el fascismo su forma declarada. La paradoja es que para luchar contra ellos hay que vivir entre ellos…”, “La vida no es más que una preocupación burguesa. Y la felicidad, un problema de ingeniería social”, “No se trata de sacrificio, sino de formar parte de algo históricamente tan correcto, inevitable y evidente como los postulados de Euclides”. Opinión de Eva.

 

Como podrán apreciar por todo lo que expreso, es un libro que me dejó buen sabor y que, si tuviera que recomendarlo, lo haría sin ningún temor, adelantando a algunas de mis amigas, que tiene varios episodios sexualmente explícitos, que no le quitan nada de su valor literario de suspenso permanente y que al contrario lo hacen interesante, ¡por lo menos es lo que me parece a mí…!

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-03-2018

 

9 Abr

Pasión imperfecta

El título que elegí para esto que estoy escribiendo, es el título del libro escrito por Roberto Lapid, un argentino nacido en Córdoba que siendo arquitecto se inclinó por la literatura.

 

Siendo una novela, cuyo relato es un primor, porque atrae de tal manera que uno transita las letras con real satisfacción, no juega con el lenguaje, es muy simple y fácil de leer. Es la biografía de dos personas con caracteres muy bien formados y fotografiados en la historia, en una época convulsionada por la segunda guerra mundial y la nefasta participación de un individuo indeseable que puso al mundo de vuelta y media.

 

Aunque menciona a muchos personajes de la historia, que por su nivel son de amplio conocimiento, pero que en la trama son mostrados como personajes de carne y hueso. Lo que cuenta de ellos en muchos casos puede ser ficción, pero están narrados de tal manera que da la impresión que el relato es algo verídico.

 

Algunos personajes, como Juan Domingo Perón, su esposa Eva Duarte y su cuñado Juan Duarte, son tan familiares por lo mucho que he leído sobre ellos, que lo expresa la novela me los hace ver como personajes, que no solo conozco en la literatura, me los hizo sentir como si los conociera personalmente y lo mismo me sucedió con otros personajes como el individuo innombrable y el que fue su ministro de propaganda, dos indeseables, como muchos de los que son nombrados en la novela.

 

Los dos personajes principales y de quienes se relata una gran parte de su vida son Hedy Lamarr y Fritz Mandl, yo no los conocía, nunca los había oído nombrar, pero ni bien me adentre en la lectura de la novela, se me hicieron conocidos y me resultó muy interesante lo tortuoso de la existencia de esas dos personas, que se presentan con personalidades que son dignas de tener en cuenta y que de alguna manera uno analiza algunos pasajes con mucho interés.

 

También he disfrutado del suspenso que impera en casi toda la trama de la novela, pero en algunos capítulos se acentúan y hacen que uno quiera leer a mayor velocidad para no perderse nada de la trama y desea avanzar para descubrir el desenlace de esa etapa que mantiene en suspenso.

 

Los dos personajes principales, pese a ser personas que disfrutan de todo lo que puede brindar la vida a gente con mucho poder, poder de todo tipo, económico, social, intelectual. Incluso uno se entera que Hedy, no sólo fue artista de cine, sino que su afición por las matemáticas hizo que patente algunos de sus trabajos y que inclusive los presente en el pentágono, como un apoyo a la defensa de los Estados Unidos de Norteamérica.

 

Los inventos corresponden a lo que podría llamarse ahora el nacimiento del werfire, el flutoo y el GPS, pero esa misma persona disfrutaba tocando el piano y lo que más le gustaba era amar.

 

Si lo encuentran el libro, vale la pena leer, es cortito y tiene algo muy particular, al iniciar cada capítulo tienen pensamientos de gente seria que dejan mucha enseñanza.

 

Miguel Aramayo

SCZ.15-02-2018 hoy mi madre hubiera cumplido 92 años. Pensé en ella todo el tiempo y sentí su presencia junto a mí.

 

 

 

9 Abr

El humo

Recuerdo cuando fumaba pipa, siempre tenía una latita de tabaco en la oficina y una latita de tabaco en la casa, la pipa siempre la llevaba al bolsillo, pero como hombre precavido tenía una de repuesto en la casa y otra de repuesto en la oficina. Las cuidaba mucho y siempre las tenía bien limpias, cuando no estaban en uso. La cazoleta se mantenía impecable si estaba desocupada. Cuidaba que el hornillo no se dañe con el calor de la braza, después de fumar limpiaba el caño y frecuentemente cambiaba de filtro, que debía estar bien ajustado para que el unir la cazoleta con la boquilla quede bien cerrado hasta el anillo y no se note la mecha. Cuando fumaba y cuando la mantenía apagada en la boca, cuidaba de no dañar el pisadientes.

 

Ahora que ha pasado tanto tiempo, desde esas épocas en que disfrutaba fumando, porque el fumar en pipa es algo muy placentero, el tabaco tiene mejor sabor y la fragancia que tiene un buen tabaco, también es un deleite muy particular, además cuando uno quiere pensar y concentrarse, las volutas del humo que se suspenden desde la cazoleta hasta el cielo, permiten que tu mente las siga y es tu espíritu el que se monta en las espirales de humo y te permite razonar, concentrarte, pensar, soñar; incluso elaborar proyectos que puedes llevarlos a la realidad o quedar en simples ensoñaciones.

 

Ya no fumo, pero añoro el volver hacerlo, algunas veces sueño sintiendo la fragancia del tabaco y el peso de la pipa entre mis muelas o premolares; me despierto sobresaltado y salivando, porque mis papilas captan el sabor del tabaco, o el picante que alguna vez escurre por la canilla de la boquilla, lo cual significa que se debe hacer una limpieza.

 

Comencé a fumar en pipa, no porque disponía de dinero para comprarla y mantenerla de buen tabaco, al contario comencé a fumar pipa cuando ya estaba próximo a fin de mes y no tenía dinero para comprar cigarrillos y como las colillas de los cigarrillos no quedaban en el cenicero o la basura, ¡no! Los puchos sin la parte quemada ni el papel iban a parar a una cajita de bizcochitos “Canale” y antes de que se acabe la plata ponía en la caja de puchos una manzana partida en cuatro, con lo cual la manzana absorbía el olor a pucho y transmitía al tabaco una fragancia a manzana. De esa manera se podía reemplazar la falta de dinero para adquirir cigarrillos y los que olían el tabaco que fumaba creían que era tabaco fino (Mac Baren – Barkun Riff – Theodorus Niemeyer y otros más que no recuerdo ahora) y tan sólo era una mezcla de puchos.

 

Cuando mis hijos eran chicos, ya me di el gusto de fumar buenos tabacos, que los compraba de la tienda de la Sra. Bachi Bass. Algunas veces de una sola marca y otras de mezcla de dos o tres marcas para conseguir un mejor sabor, pero sobre todo un mejor aroma. Prefería fumar cuando estaba solo, trabajando, estudiando o simplemente soñando, porque lo que más me satisfacía era estirar las piernas, relajar el cuerpo y ver la ascensión del humo.

 

Si alguna vez me diagnostican una enfermedad incurable (cáncer, por ejemplo), lo primero que haría es comprar una pipa y buen tabaco, porque eso junto a una buena lectura satisfaría mis anhelos de soñar y aproximarme al cielo.

 

Miguel Aramayo

SCZ.14-03-2018

 

9 Abr

El dolor

Algunas veces me he puesto a pensar en el dolor y encuentro grandes diferencias, principalmente en la localización del mismo. El dolor más grande y más difícil de aliviar es el dolor que se localiza en el alma. Es un dolor que te baja las defensas y lo más grave no es que te baja las defensas de tu organismo físico, pierdes el hambre, pierdes la tranquilidad, pierdes el sueño e inclusive puedes llegar a situaciones de stress que pueden degenerar en una bipolaridad o hasta en locura. El dolor del alma te puede aniquilar.

 

Si los dolores se localizan en alguna parte de tu cuerpo, por más fuertes que sean los dolores y las molestias de sufrirlos, con los adelantos de la ciencia existen antídotos, analgésicos, que pueden hacerlos desaparecer o por lo menos aminorar, por último, te pueden anestesiar o dopar con drogas que te insensibilizan. En resumidas cuentas, existen agentes externos para aliviar los dolores del cuerpo, por más fuertes que sean estos.

 

Los dolores del alma, son dolores mucho más difíciles de aliviar y generalmente, según mi criterio, el único especialista que te puede aliviar ese dolor, es uno mismo, lo consejos y recomendaciones de especialistas: religiosos, psicólogos, psiquiatras, amigos, pueden resultar de un paliativo, pero muy difícilmente son curativos. La cura de los dolores del alma depende de cada uno de nosotros, es lo mismo que la felicidad, la felicidad no depende de los demás depende de uno mismo.

 

Con referencia a lo que digo, me vino a la memoria una poesía que la retorno nuevamente para que la tomen en cuenta, si no me equivoco se llama “reír llorando”, es de “Juan de Dios Pesa” y dice así: 

 

Viendo a Garrick -actor de la Inglaterra-/el pueblo al aplaudirlo le decía:/ “Eres el más gracioso de la tierra, /y más feliz…” y el cómico reía. /Víctimas del spleen, los altos lores/en sus noches más negras y pesadas, /iban a ver al rey de los actores, /y cambiaban su spleen en carcajadas. //Una vez, ante un médico famoso, /llegóse un hombre de mirar sombrío:/sufro -le dijo-, /un mal tan espantoso/como esta palidez del rostro mío. //Nada me causa encanto ni atractivo;/no me importan mi nombre ni mi suerte;/en un eterno spleen muriendo vivo, /y es mi única pasión la de la muerte. //-Viajad y os distraeréis. – ¡Tanto he viajado! /-Las lecturas buscad. – ¡Tanto he leído! /-Que os ame una mujer. – ¡Si soy amado! /-Un título adquirid. – ¡Noble he nacido! //- ¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas. /- ¿De lisonjas gustáis? – ¡Tantas escucho! /-¿Qué tenéis de familia? -Mis tristezas. /- ¿Vais a los cementerios? -Mucho… mucho. //-De vuestra vida actual ¿tenéis testigos? /-Sí, mas no dejo que me impongan yugos:/yo les llamo a los muertos mis amigos;/y les llamo a los vivos, mis verdugos. //Me deja -agrega el médico- perplejo/vuestro mal, y no debe acobardaros;/tomad hoy por receta este consejo/“Sólo viendo a Garrick podréis curaros”./-¿A Garrik? -Sí, a Garrick… La más remisa/y austera sociedad le busca ansiosa;/todo aquel que lo ve muere de risa;/ ¡Tiene una gracia artística asombrosa! /- ¿Y a mí me hará reír? – ¡Ah! sí, os lo juro;/Él sí; nada más él; más… ¿qué os inquieta? /-Así -dijo el enfermo-, no me curo:/ ¡Yo soy Garrick!… Cambiadme la receta. // ¡Cuántos hay que, cansados de la vida, /enfermos de pesar, muertos de tedio, /hacen reír como el actor suicida, /sin encontrar para su mal remedio! // ¡Ay! ¡Cuántas veces al reír se llora! / ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe, /porque en los seres que el dolor devora/el alma llora cuando el rostro ríe! //Si se muere la fe, si huye la calma, /si sólo abrojos nuestra planta pisa, /lanza a la faz la tempestad del alma/un relámpago triste: la sonrisa. //El carnaval del mundo engaña tanto, /que las vidas son breves mascaradas;/aquí aprendemos a reír con llanto, /y también a llorar con carcajadas. /Juan de Dios Peza.

 

Miguel Aramayo

SCZ.13-03-2018

 

9 Abr

El tiempo pasa

Me puse a revisar una novelita que estoy escribiendo hace más de dos años. Pareciera que paso mui poco tiempo desde que comencé, pero tiene ese tiempo de preparación, porque aprendí que debo hacer las cosas con paciencia, que no es cuestión de escribir a lo loco. Hacerlo a toda velocidad, con mi carácter es posible, pero no es lo aconsejable. Se debe escribir con paciencia y sobre todo se debe releer muchas veces y ahora debe ser la vigésima vez que leo y aunque no me crean desde diciembre que la anterior vez que leí, hasta ahora, encontré varios errores que corregí.

 

El tema me lo conozco de memoria, porque es la historia de mi familia partiendo de hace 160 años contando desde mi tatarabuelo, a quien conocí gracias a su hija, mi bisabuela Eloisa Alviña de Muñoz. Es una novelita que con toda seguridad les gustará a todos mis parientes, especialmente a mis primos hermanos del tronco de los Aramayo, porque lamentablemente en la mayoría de los capítulos ese es el sesgo que tiene mi relato.

 

Una de las cosas que estuve observando y me gustaron, fue la forma de expresarme en la primera parte de la novela, en la cual los diálogos están escritos utilizando un lenguaje coloquial, que se asemeja mucho a la forma de conversar que tenía la gente de esa época, eso porque algo de ello puedo recopilar de mi mente y las conversaciones entre mis parientes de esa época, mis bisabuelas, mis abuelos y todo el entorno familiar que se expresaban de esa manera, con marcado respeto, que ahora suena como fingido y anticuado, pero que esos mis parientes lo usaban como algo muy común.

 

Esto que les cuento, quizá no parezca algo relevante, pero para mí fue importante, porque era una forma de ambientar mis relatos a situaciones de esa época, de manera que al avanzar en la novela irán notando como el lenguaje y algunos hechos se van modernizando.

 

Con lo poquito que he leído de la novelita, que estoy escribiendo, me sentí feliz y creo que tendré una buena aceptación.

 

Miguel Aramayo

SCZ.12-03-2018