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Mis sueños.

11 Nov

Mis sueños.

Es tan fácil para mí el poder viajar, lo que me cuesta un poco es elegir el destino, después de eso, mi mente no divaga, se dirige directamente al lugar. Averiguo aeropuertos o alguna otra vía, hoteles, o departamentos, alquiler de vehículo, reviso el mapa del lugar elegido y emprendo el viaje. Todo lo demás se va acomodando en el transcurrir del sueño. Casi siempre es necesario viajar acompañado, pero me han reclamado eso y por lo tanto los últimos viajes los hice en solitario y eso es mucho más difícil.

 

Ahora he decidido realizar un viaje interplanetario, pienso que eso será más difícil, porque el medio de transporte no es muy común y tendré que entrar en contacto con la Agencia espaciales, que nombro a continuación: la NASA (USA), ROSCOSMOS (Rusia), ISA (Israel), ESA (Europa). En todas ellas me atendieron muy bien, pero al mismo tiempo sorprendidos con mi proyecto, pero al igual que yo, la gente con la que me junte (máximos ejecutivo) ellos también sueñan y procuran concretar esos sueños en proyectos viables.

 

Algunos están más avanzados que otros y tienen dos tipos de proyectos, principalmente, uno con características netamente científicas y el otro con características militares, principalmente de defensa, pero analizando en profundidad cada uno de los proyectos, todos tienen intrínsecamente una influencia militar, porque quien conquiste el espacio tiene ventajas sobre todos, en términos de comunicación, de defensa y lo que aparentemente es únicamente científico, tiene su gran trasfondo militar. Después de todo quienes financian estas Agencias Espaciales, son los gobiernos de los países más interesados en ese tipo de carrera.

 

Los que mayor interés pusieron en mi proyecto fueron los de la Agencia Aeroespacial de Israel – ISA (Israel Space Agency), pero para poder continuar debería ver el tema económico, por cuanto ellos tienen las intenciones de concretar ese proyecto, pero el tema del financiamiento es lo que frena y por lo tanto yo tuve que encargarme de eso. Por suerte tengo amigos y parientes en Israel, que me hicieron fácil el acceso a lugares donde poder conseguir el financiamiento y en menos de usa semana había juntado algo parecido a los treinta palos verdes (en lenguaje gaucho), fondos que estaban depositados en ISA.

 

La especialidad de “Israel Space Agency” es la construcción, lanzamiento y seguimiento de satélites. El primer astronauta fue Ilan Ramon, que participó en la misión STS-107 del Columbia como especialista de cargas en 2003, donde murió al desintegrarse la nave durante su reentrada en la atmósfera. El proyecto de orbitar la tierra y la luna, era algo que estaban manejando en forma secreta y por lo tanto el modulo en el que debería hacer el experimento, era algo similar a un satélite de comunicaciones, pero sin todo el equipo y más bien la adaptación de una cabina que pudiera albergar a un piloto, que en realidad lo que haría es operar una campara filmadora de altísima resolución. El comando del satélite se haría directamente desde la base en tierra.

 

Me dieron un entrenamiento intensivo de aproximadamente tres meses, el experimento tendría una duración de aproximadamente 48 horas desde el lanzamiento en un cohete que me pondría en órbita para dar una cuantas vueltas a tierra y dos vueltas a la luna, luego de lo cual se produciría el descenso.

 

Que bella experiencia, vistiendo mi escafandra y con un maletín se supervivencia aborde el cubículo en el supuesto satélite que está adosado a la punta del cohete que me llevo al espacio. Hasta llegar a orbita y quedar libre lo único que sentí es una fuerte presión y una vibración que batía todo mi cuerpo, dándome la impresión que todos mis órganos estaba sueltos y en un solo revoltijo dentro de mi cuerpo, incluso me daba la impresión de que mis ojos orbitaban dentro de mi cráneo, junto con mi cerebro y por momento sentía mi lengua apegada a mis tripas y el hígado en mi boca.

 

Cuando se estabilizó en la órbita, iniciamos la conversación y cumplí las instrucciones que me impartían, para poder utilizar la filmadora para dirigirla a los lugares que más me interesaban. Todo era una quietud, una paz y la sensación de gravedad cero, hacia que me sienta como en un líquido inerte. Ver por la escotilla me daba una extraña sensación, estaba en el cielo y miraba a la tierra desde arriba, todo era un color entre azul oscuro, pero con una luminosidad extraña, la tierra se la veía algo más grande que lo que se ve a la luna desde la tierra, con un azul brillante y se distinguían los continentes, su redondez parecía perfecta, no se notaba que fuera oval, las estrellas y los otros planetas se distinguían de una mejor manera y mi mente podía pensar mejor, porque el silencio era absoluto y seguramente porque mi cerebro también estaba afectado por la falta de gravedad y por lo tanto flotaba dentro de mi cráneo.

 

No sé cuantas vueltas le di a la tierra, hasta que un momento determinado vi que tomaba otro rumbo y me anunciaron que estaba por orbitar la luna y que por lo tanto tendría la oportunidad de ver la Luna desde el otro lado. Después de eso se inició el descenso y volví a sentir la presión y vibración, hasta que vi que flotaba debajo de un gran paracaídas.

 

Realmente fue un viaje extraordinario, me sentí limpio puro, sentí que me había aproximado a Dios, que había estado próximo al infinito. ¡Qué felicidad!

 

Miguel Aramayo.

SCZ.12-11-2015