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Para Marcelo Arauz

26 Dic

Para Marcelo Arauz

Santa Cruz le debe mucho a Marcelo Arauz, pero también somos muchos los que le debemos, porque lo mejor que nos pudo brindar fue su apoyo incondicional como amigo. Recuerdo cuando nos reuníamos en su casa con Freddy Paz, Oscar Tonelli, Alvaro Flores, Ovidio Roca, Osvaldo Garnica, Milton Mealla, Sergio Antelo y algunos otros amigos que en este momento no vienen a mi memoria, pero que con seguridad los tengo en el corazón y mientras escuchábamos música (Violeta Parra – Mercedes Sosa y una cantidad más de canciones y música clásica) en un reproductor de cintas que cambiaban automáticamente, también planeábamos trabajos, pensando aportar a la grandeza de este pueblo.

 

Llegó a tal grado su desprendimiento que su dormitorio, en su casona de la calle Beni, esquina Arenales, se convirtió en nuestra sede social y teníamos una mesa donde compartíamos, café, té y algunos licorcitos y la misma mesa servía para que compartamos, libros, revistas y algunos artículos sueltos.

 

Éramos gente que tenía el corazón prendado por Santa Cruz y su progreso, teníamos la seguridad que podríamos contribuir a hacer grande este terruño, pero no solamente con charlas donde expresábamos nuestras ideas y nuestros ideales, sino donde llegamos a plasmar trabajos importantes.

 

Ese grupo de amigos, llegamos a desalojar a Marcelo de su espacio y en él refaccionamos su dormitorio y convertimos en la primera oficina de Contec y nos constituimos como empresa consultora, que aportó con muchos y muy buenos trabajos al engrandecimiento de Santa Cruz. Lo que hicimos lo hicimos con tanta dedicación y tanto empeño, que lo que primó en ese grupo de amigos fue el deseo por hacer bien las cosas, pensando en el progreso de este pueblo pujante. 

 

Ese grupo de jóvenes no hubieran podido plasmar sus ideas en proyectos interesantes, en ideas que después fueron tomadas por gente mayor que hizo realidad esos proyectos e ideas, sino hubiera sido con el apoyo de Marcelo. Proyectos como la hilandería de Santa Cruz, el Parque Industrial, Unagro y un sinfín de proyectos en los que participamos como consultores. Trabajos que fueron realizados como un aporte al engrandecimiento de nuestra patria.

 

Desde ese entonces han pasado 44 años y ahora que todos peinamos canas y hemos despedido a grandes amigos, como Freddy Paz, Oscar Tonelli, Milton Mealla, vemos que Marcelo sigue con la ilusión de hacer mucho por la tierra que lo vio nacer y a la cual le dedicó su vida.

 

El reconocimiendo que le harán hoy es por demás de merecido y la humildad con la que lo recibe, queriendo compartirlo con la gente que lo colaboró, es una muestra de su grandeza.

 

Me siento muy feliz de poder decir con orgullo que soy amigo de Marcelo y lo reconozco como un mentor de ese grupo de jóvenes que nos formamos con los mismos ideales.

 

Miguel Aramayo

SCZ.08-12-2017