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Que Rey sincero

11 Nov

Que Rey sincero

Lo que  he visto ayer del Rey Juan Carlos ha hecho que mi aprecio por él aumente mucho más. Siempre situé a él y su familia, como gente que ha tenido una preparación que los ha distinguido, principalmente por acercarlos mucho a los plebeyos, incluso al extremo de mostrarlos como parte del pueblo. El ejemplo más claro de esto es el Príncipe de Asturias, don Felipe. Lo que hizo ayer el Rey, de ¡enojarse…!, ante la malcriadez, la falta total de educación, la ausencia de respeto y la abundancia de prepotencia de unos ¡bellacos!, ha mostrado que dentro de todas las normas de diplomacia, protocolo, cortesía y paciencia, una persona tan digna como el Rey de España, don Juan Carlos, fue mostrado al mundo como un hombre, un hombre con todas las características de todos los humanos, un hombre que ante la ofensa de un ¡prepotente y malcriado!, supo mostrar su enojo y lograr que no solo, “se callara”, sino que se tragará sus palabras.

 

Creo que ya hacia falta, que alguien lo calle a ese malcriado y lo mejor fue, que quien lo hizo callar sea el personaje de mayor rango de ese cónclave, digo de mayor rango no solo por su investidura. Era el único rey, pero a su vez alguien que pertenece al grupo de los países más importantes del mundo y que puede hacer mucho por los americanos, en otros eventos internacionales de mayor importancia y significación que el evento en el que pueden participar los malcriados.

 

Por lo que se veía en la televisión, todos, o casi todos los asistentes, rechazaron la postura, mejor dicho ¡la impostura!, del Presidente Chávez, pero lo más notorio fue la actitud del Canciller de Cuba, que con muy pocos, ademanes, poses y rasgos faciales, exteriorizó su rechazo, fue algo así como adivinar lo que con la expresión espontánea de su rostro quiso decir. Algo como lo que ejemplifica un chiste: ¡… y tu mirada, ¿qué me has querido decir…?!. Esto también muestra, que se puede tener ideas afines y reprobar actos de malacrianza y prepotencia, lo cual me hizo ver que el Canciller cubano, ¡es un caballero!, un caballero que también rechazó los insultos que utiliza comúnmente, ese tan mentado personaje, personaje que ha distorsionado totalmente la relación del mundo y muy particularmente la de los latinoamericanos, queriendo y hasta cierto punto logrando, que nos pelemos entre nosotros; ejemplos de esto abundan y su actitud de ayer es uno más.

 

Algo que también me gustó mucho, en lo que vi ayer en la Cumbre celebrada en Chile, fue que mientras el Presidente Chávez, hablaba defendiendo, más que a Bolivia, a su “indio” y diciendo una cantidad de sandeces e incoherencias contra las “oligarquías” bolivianas y refiriéndose casi directamente a la gente del oriente boliviano, a los “cambas” que en este momento son sinónimo de “oligarcas” para todos los que están en la línea del Presidente Chávez.

 

Nuestro Presidente, en forma intempestiva se puede decir que lo dejó con la palabra en la boca, hizo abandono del salón mientras que Chávez hablaba y los periodistas chilenos hicieron resaltar eso y aunque no se lo vio nítidamente, la sombra que se vio en pantalla correspondía a la del Presidente Evo Morales, acompañado por alguien, alguien que parecía ser su Ministro Juan Ramón de la Quintana. Esto me deja pensar que también nuestro Presidente se sintió mal con la alocución de ese momento y sintió herido su orgullo de boliviano y como él no lo puede callar al que en ese momento hablaba. Se fue de la reunion sin importarle que el periodismo muestre este acto, lo cual me da felicidad.

 

 

Miguel Aramayo

SCZ. 11-11-2007