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Siento impaciencia

27 Jul

Siento impaciencia

Siento que mis músculos están en tensión, que mi mente trata de pensar aceleradamente, mis nervios están atentos a algo que pueda suceder, mis sentidos están predispuestos a lo que acontezca, sin saber qué. Por suerte mi espíritu, mi corazón y mi intelecto, presienten lo que sucede y tienen la suficiente fortaleza para canalizar todo ese ímpetu, toda esa impaciencia, refrenando lo que pueda ser instintivo, hormonal y convertirlo en algo racional.

 

Todos esos sentimientos se ven acrecentados y elevados a una potencia mayor, porque esas mis vivencias provienen de lo que leo y escucho a la distancia, porque mi país, “La Republica de BOLIVIA”, está perdiendo identidad, incluso creo que ahora ya tienen otra denominación “Estado plurinacional de Bolivia”, porque cuando uno está fuera de su país, porque cuando uno nunca participo en política y de un momento a otro ve que un señor (si se lo puede llamar así) desde el caribe está haciendo lo que le viene en gana, al extremo de humillar al indio, menospreciándolo y verlo a él (al indio) amedrentado, sumiso, degradado, al extremo de cederle La voz de mando de su escolta personal, de “La escolta presidencial”, dejando que “los Colorados de Bolivia” se sometan al gorila, al loco caribeño.

 

Es triste ser pobres, pero eso es algo de boca para afuera, porque la situación de pobreza puede ser alterada y más que todo en Bolivia, donde somos pobres porque nos da la gana, tenemos una seria de elementos que nos muestran que somos ricos, pero la mayor riqueza es el trabajo, ejemplos de esto en el mundo hay a montones. Si uno “trabaja como chino”, seguro que progresará y mucho más si la naturaleza le provee gas, madera, agricultura, ganadería, etc., etc.  Pero si alguien nos impone una estructura de odio en reemplazo del trabajo, si el deseo de esos que nos guían es destruir lo productivo para nivelar a todos para abajo en lugar de darnos los elementos que nos pueden hacer ir para arriba.

 

Estoy seguro que mis compatriotas que habitan ese basto territorio de la “Republica de Bolivia”, se sacuden del yugo del caribeño, si ponen el empeño de trabajar unidos, para que todos progresen, de que todos podamos ir adelante, de tener una ilusión de vida, una intención de progreso, si los impuestos y todos los recursos los volcamos para pretender que todos seamos iguales, que los más pobres, los desposeídos tengan derecho a la educación, a la medicina, a la alimentación, si en lugar de alimentarlos con odio, los alimentamos con educación, estoy seguro que en muy poco tiempo podremos salir de hueco donde los políticos nos llevaron, los políticos de antes y con mayor velocidad los actuales.

 

El tiempo que nos queda para podernos sacudir de ese yugo es muy poco, el caribeño con su plata ha logrado adelantar tanto, que no solo está tomada Bolivia, también Ecuador cayó en sus garras y todo con el gran sacrificio del pueblo venezolano, pueblo que cada vez está más paupérrimo, cada vez más ignorante, cada vez más sometido, que salir del abismo donde los llevó ese loco les tomara mucho tiempo para curar esa gran herida, y tendrán que poner mucho empeño en subsanar ese desangre al que fueron sometidos en su economía. Por suerte Dios les dio un elemento que los podrá ayudar, pero el daño psicológico que están sufriendo, no podrá ser subsanado en una sola generación.

 

Desde lejos de mi país y viviendo en la comodidad del primer mundo, pido a mis compatriotas que se vean en el espejo de Venezuela y procuren sacudirse del yugo de ese hombre, como lo está intentando otro pueblo hermano, hermano antiguo pero pobre, con una gran riqueza india, con una gran historia y que ahora está peleando contra las iras de ese grupo de gente que con su plata han logrado tomar, la opinión publica mundial, los organismos internacionales y hasta los medios de comunicación.  Me refiero a Honduras, que nos está mostrando que le está costando mucho el desprenderse de las garras del Chavismo, de la FARC.

 

 

Luis Alviña