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Un súper partido de fútbol

18 Mar

Un súper partido de fútbol

Estuvo Dieguito jugando un partido con la “selección del Ejecutivo”, el objeto no era solo criticar a la FIFA por el veto a la altura, sino que también se querían recaudar fondos para los damnificados de las inundaciones en el departamento del Beni, claro que hubieran podido conseguir mucho más fondos si una hija de ese departamento no se hubiera dado el lujo de rechazar una donación en trigo del gobierno de los Estados Unidos, por considerar que diez millones de dólares en trigo es una ofensa y que la dignidad de Bolivia vale mucho más y, que el Beni es tan rico que no requiere esa donación, que prefiere los menos de diez mil dólares que se recaudaron en el partido.

 

La gente de este gobierno está segura que todos los bolivianos somos analfabetos, incultos y estúpidos, se burlan de nuestra capacidad intelectual, como que los únicos inteligentes son los amigos de Soros y los de las ONG´s que nos gobiernan y quieren implantar sus teorías trasnochadas, que ni ellos mismos se las creen, pero que les sirven para recaudar fondos de personajes nefastos que promueven la despenalización de las drogas y el caos para esos cuatro locos y sus secuaces que los siguen por la paga.

 

Dieguito, como siempre hablando un montón, con una sabiduría propia de su propia intelectualidad, que se supera cuando está junto a su amigo Evo, Chávez o Fidel y que le hacen decir cosas que rayan en el absurdo y la ridiculez, como lo que dice en Hoy Bolivia: “El astro del fútbol argentino, al parecer con la misma línea socialista que rodea a sus amigos Chávez, Morales y Castro, ha puesto en duda este lunes el poder de Dios,…”. «Ni Dios y mucho menos Blatter pueden prohibir la práctica del fútbol donde uno nace», remarcó el «10» ante una cerrada ovación de al menos 35 mil personas congregadas en el estadio Hernando Siles”.

 

Cuánto le habrá costado esa payasada a los Bolivianos o a PDVSA, pero que no nos cuenten el cuento de que ese espectáculo fue gratuito, porque Dieguito nos quiere tanto que daría su vida por nosotros y algunas otras cositas que le pueden ofrecer los cocaleros a los que tanto quiere y respeta. Mientras el niega a Dios, el gobierno busca a la Iglesia y es muy posible que hasta comulguen en grupo en esta Semana Santa, pero ya no por damnificados del Beni o el veto a la altura, sino porque Santa Cruz deje su referéndum.

 

Pareciera que todas las canchas de fútbol de Bolivia estuvieran sobre el nivel impuesto por la FIFA, también tenemos capacidad de recibir visitantes a los 460 metros de Santa Cruz o tantos otros lugares, pero como somos centralistas, hasta en eso, lo que buscamos no es la ventaja deportiva, sino la ventaja de la altura, que no solo perjudica a los extraños, sino a los propios, porque una gran cantidad de jugadores del seleccionado son orientales y por lo tanto respiran mejor a los niveles en que nacieron y no en los niveles donde los cóndores y los guanacos se sienten felices. 

 

Es seguro que existen formas mucho más efectivas de ayudar a nuestros hermanos del Beni, que el ridículo de usar a un astro del fútbol, para emborrachar la perdiz y disfrazar las falencias creando conflictos limítrofes, como el que están queriendo utilizar con nuestros hermanos paraguayos. Son capaces de fabricar un OVNI, mejor dicho, ya no saben que hacer para ocultar sus ineficiencias y poder llegar a encumbrar su panfleto de constitución, que incluso rechaza la religión y crea nuevos ídolos, que ni siquiera ya son los monolitos, sino que son ídolos de carne y hueso que son amigos de Chávez y Soros.

 

Miguel Aramayo

SCZ. 18-03-2008